1. Alicia: Mi querido abuelo


    Fecha: 12/10/2019, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: VMarioT, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Twitter: @VMTMFTR
    Este es el primero de una serie de relatos que escribí entre finales de 2017 y principios de 2018. Cada relato es independiente, aunque recomiendo leerlos por el orden en el que los publicaré.
    
    A las nueve de la mañana salgo de casa y cojo el autobús para ir a ver a mi abuelo a su piso. Abro la puerta y me lo encuentro en la cama durmiendo la mona, con varias botellas sobre la mesa y el cenicero hasta arriba de ceniza y colillas. Anoche debió de pasárselo bien con el fútbol.
    
    Ordeno su cuarto silenciosamente y luego me meto en la cama con él, esperando a que despierte.
    
    - ¡Hombre, Alicia, buenos días! - me saluda cuando, por fin, abre los ojos.
    
    - Buenos días, abuelito. ¿Cómo has dormido?
    
    - Pues bien, la verdad. Anoche bebí un poco y me ha sentado bien.
    
    - Jijiji ya lo veo… Oye, ¿sabes por qué estoy aquí?
    
    - Lo sé, quieres aliviar lo que solo una jovencita puede…
    
    - Quiero hacerte el amor hasta que quedes satisfecho – voy acercando mi boca a la suya mientras hablo -. Quiero que lo disfrutes, que me inundes la vagina con mi semilla y que me dejes embarazada.
    
    - Umm, mi nieta es una rubia guarrilla…
    
    - Sí… Soy tu amante, tu guarrilla personal.
    
    - Te gusta el vicio y el peligro, eres una gatita incestuosa.
    
    - Me gustas mucho, abuelito, adoro tu polla moviéndose dentro de mí y adoro ser tu gatita incestuosa.
    
    A estas alturas ya nos estamos besando de forma lenta y muy sensual. Me subo encima y me quito la camiseta y el sujetador de ...
    ... forma provocativa, como una auténtica puta.
    
    A mi melena rubia y a mis ojos verdes se le suma un generoso y precioso busto bien duro que es la envidia de las otras adolescentes.
    
    Mi abuelo amasa, masajea mis grandes pechos mientras yo le miro a los ojos, con una sonrisa dulce y picarona. Me hace sentir de lo más sexy y deseada sentir unas manos ajenas tocando mis senos. Mi cara de pura felicidad y gusto lo dice todo.
    
    No tardo en sentir su polla hinchada presionando mi entrepierna. Después de los preliminares, ha llegado la hora de la verdad. Me levanto un momento, termino de desnudarme y vuelvo a sentarme en su entrepierna, no sin antes desnudarle a él también.
    
    Ah, olvidaba comentarlo: mi culito también es digno de una diosa. Al igual que mis tetas, es grande y muy duro, y además respingón. Como el resto de mi escultural cuerpo, la perdición de todo hombre.
    
    Agarro la hermosa tranca de mi abuelo y la voy acercando muy lentamente a mi jugoso y depilado chochito. Quiero hacerle sufrir.
    
    - ¿Conque esta es la todopoderosa herramienta de mi abuelo, eh? ¿La profanadora de vaginas y la perdición de la que ninguna mujer escapa? Ha crecido desde la última vez que la vi.
    
    - Ha crecido porque cada día me la pones más dura, Alicia. Métetela ya, por favor. No me hagas sufrir más…
    
    - ¿A cuántas mujeres has dominado con este arma divina?
    
    - A muchísimas más de las que recuerdo. Han sido muchas décadas de placer.
    
    - Muy bien. Veamos sin consigues dominarme a mí también – ...
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