Mi viaje en el bus y me encontré con una caliente señora. - Relatos Eróticos

Mi viaje en el bus y me encontré con una caliente señora.

... los dos en ese momento, había que premiarla a esa mujer caliente así que cuando cuidado de no ser visto y sólo cubriéndome con los documentos que estaba llevando al cliente me bajé el cierre del pantalón y saqué mi verga dura. 

Cuando sintió como su mano tocó la carne del falo se sorprendió por unos segundos pero luego lo agarró y con su dedos jugaba con el pene enorme de un hombre desconocido un rato sabiendo que ahora tenía una verga detrás de ella se inclinó ligeramente para adelante y sentir mejor la dureza de mi pene. 

Ese culo era grande riquísimo así que no pude más y solté la lefa que mojo su pantalón y un poco cayó en el piso del bus al instante saqué de mi casaca un poco de papel y traté en algo de limpiar lo que había mojado con mi semen y guardé mi verga al ver ya por donde estaba me había pasado unas calles estaba tan entretenido con ese rico culo que no me había dado cuenta. 

Antes de bajar acerqué mi boca a su oído derecho y le di las gracias y ella no se quedó ...

... callada porque dijo que  tan las daba, busqué un lugar donde asearme y vi un restaurante luego cuando llegó al cliente todo salió bien y cerré contrato. 

Ya había llegado a mi casa y me estaba bañando y recordé mi aventura en el bus con ese culo grande de esa mujer madura y me masturbe, Karla me llamó diciendo que no demoré en llegar al su casa que sus padres me estaban esperando. Al llegar tocó el timbre estaba nervioso porque sabía que la primera impresión es la que manda quién abrió fue Karla que mejor dio un beso. 

-! Hola mi amor pasa.. ¡

Me presento a su padre hasta ahí todo quedó bien y luego mi enamorada fue a buscar a su madre que estaba en la cocina ya dándole los retoques a la cena mientras yo conversaba con su padre en la sala cuando ellas salen sonriendo . 

-! Mamá te presentó a mi enamorado ¡

Su mamá me vio con los ojos bien abiertos y dos nos quedamos al vernos completamente helados de la impresión ya nos habíamos conocido horas antes muy bien en el bus.