1. Una noche con mi hijastra


    Fecha: 31/08/2019, Categorías: Tus Relatos Autor: BSVen, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Después de meses de salir con una señora llamada Carolina, decidí mudarme con ella, solo había un inconveniente, Clara, su hija de 16 años, que ha esq edad como es sabido las hormonas controlaban su cuerpo y su mente.  Ella era pelirroja, con seis bonitas pecas en cada mejilla, bajita de estatura, delgada, los pechos dos pequeñas montañas y una trenza que frecuentaba utilizar de lado. 
    Una tarde, Carolina se fue de compras y yo salí temprano del trabajo, me encontré a Clara bajando las gradas.
    -Hola Padrastro llegaste temprano
    -Es que salí temprano no había mucho en el despacho.
    -Quieres algo de tomar papi - con una sonrisa en su rostro que nunca había conocido.
    Ella fue a la cocina y al rato salió con dos copas de vino.
    -Tu puedes tomas, no es correcto.
    -Quien dice que no es correcto.
    Me tuve que aflojar las corbata. ella bebió dos extendidos tragos y en el último unas gotas se escaparon cayendo en su escote, bajando delicadamente por la tersa piel de sus pechos pálidos. 
    Yo no pude ocultar mi erección y ella al notarla se acercó y me dijo:
    -Pasa algo papá, que es eso? -y con una inocencia  caprichosa me tocó el miembro por encima de la ropa.
    -Clarita, qué haces?
    Ella sin importarle sus reclamos busco con destreza su zíper y lo bajo diciendo:
    -Papi, que escondes ahí, yo quiero ver.
    Ya yo no podía evitar, retorcí mis ojos de placer pues ella ya tenía mi pene dentro de su boca, me miró  a los ojos y me dijo con una voz pícara y traviesa:
    -No sabes cuánto ...
    ... deseaba mamar tu pene, es que se me antojaba por que se veía grande y ahora veo que acerté. 
    Yo no sabia que sabia que hacer, su pequeña boquita devoraba una y otra vez mi pene, sintiendo su lengua inquieta recorrer con su saliba. 
    Sonó la puerta y Clarota se levantó y me dijo: 
    -Papi, cuando mamá se duerma quiero que vengas a mi habitación.
    
    En la noche estaba acostado con Carolina, ella empezó a tocarme con sus dedos delicados y con una voz de hembra me decía:
    -te deseo, es que... estoy con ganas. 
    -lo siento estoy cansado - contesté volteándome y fingiendo dormir. 
    Ella se volteó triste y con ganas de coger, pero todas mis energías las quería guardar para Clarita. 
    Cuando ella se durmió me levanté con cuidado y sigiloso recorrí el camino al cuarto de mi hija, toqué la puerta, y dije con un susurro:
    -Clarita, se puede pasar?
    -Por su puesto papá. 
    Ella estaba en la cama con una Pijama muy corta, era mi pijama favorita de ella por que cuando la usaba se le marcaba sus ricas nalguitas que siempre veía con disimulo, al igual que su blusa corta que por usar sin brasier siempre se repintaban sus pezones, que se notaban como dos botones rosas, y adornaban unos pechos paraditos.
    Él cerró la puerta con seguro, me acercó a ella, sin decir nada me desnudo frente a ella. Ella tiene los ojos abiertos pero no dice nada, me mira y de su boca salen las palabras:
    -no te imaginas cuánto desee este día. 
    Me acosté a su lado, besándola, ella se retorcía por la cama, al contacto de mis ...
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