1. La reeducación de Areana (10)


    Fecha: 09/08/2021, Categorías: Voyerismo Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... mientras Areana retiraba sus dedos y se los llevaba a la boca para beber esos jugos que para ella eran un néctar.
    
    -¡No pares, pendeja de mierda!... ¡No pares, puta!... ¡No pares o te reviento a bofetadas!... –gritó la librera y esa amenaza excitó aún más a la niña, que por un momento sintió el impulso de rogarle a la hembra que le pegara, que le pegara hasta cansarse, pero prevaleció su intenso deseo de ser cogida y entonces renovó los juegos de su lengua en la concha de la librera mientras después de algún esfuerzo le metía el dedo medio en el culo hasta el nudillo y lo ponía a trabajar allí avanzando y retrocediendo a un ritmo cada vez más rápido. De la concha seguía brotando el flujo que Areana bebía ávidamente para después reanudar sus lamidas en tanto los gemidos y jadeos de Marta se habían trocado en alaridos hasta que de pronto el cuerpo de la hembra se arqueó hacia arriba, quedó allí suspendido y tenso un segundo y volvió a caer sobre la cama mientras Areana bebía hasta la última gota la abundante eyaculación. Cuando quitó el dedo del culo observó que había pequeñas manchitas marrones. Caca, evidentemente. Marta reparó en que la niña miraba su dedo y preguntó:
    
    -¿Qué pasa, bebota? ¿tenés caquita en ese dedo?
    
    -Un… un poquito, señora…
    
    -Limpiate ese dedo con la boca… -le exigió la hembra y Areana no vaciló. Se metió el dedo en la boca y lamió y sorbió mientras el sabor hacía que se debatiera entre la humillación, el asco y la calentura, una oscura pero ...
    ... inapelable calentura. Cuando terminó de limpiar su dedo y habían desaparecido las manchitas marrones, sintió que no daba más de la excitación y por un momento pensó en masturbarse en tanto oía la fuerte y agitada respiración de Marta. Pero pudo vencer ese impulso y prefirió esperar a ser cogida por la librera que, efectivamente, un rato más tarde y ya recuperada, le ordenó ir hasta el placar.
    
    -Abrí la puerta de la derecha, nena. –y cuando estuvo abierta le dijo:
    
    -¿Ves esa caja azul que hay en la parte de arriba?
    
    -Sí, señora…
    
    -Traémela...
    
    Areana la puso en la cama, junto a Marta.
    
    -Abrila. –le ordenó la hembra y cuando Areana lo hizo sus ojos se abrieron al límite para devorar con la mirada todos esos objetos: vibradores, dildos y plugs anales de todo tipo y dimensiones.
    
    -Te gustan, ¿eh, pendeja?...
    
    -Sí, señora, sí… Me gustan mucho…
    
    -Elegí uno para la concha y otro para que te lo meta en el culito… -le ordenó Marta. Areana miró un rato el conjunto de “chiches”, calibró algunos entre sus manos y finalmente optó por un vibrador de considerables dimensiones e imitación piel, para la concha, y un cono color naranja de diez centímetros de largo por tres de ancho en su base, para el culo.
    
    Con ambos objetos en sus manos y cuando estaba por dárselos a la librera ésta la detuvo con un gesto y le dijo:
    
    -Hay un pote de vaselina en la caja.
    
    -Sí…
    
    -Abrilo, embadurná esos juguetes y dámelos.
    
    Areana obedeció y obedeció también cuando Marta le ordenó que se ...