1. Me enamoré de una prosti (parte 1)


    Fecha: 26/07/2021, Categorías: Hetero Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    ... ahora estaba a punto al sentir mi dedo entrándole por retaguardia. Riéndome le ofrecí llevarla al orgasmo si me dejaba meterle el dedo en el culo y esta vez se acostó de espaldas doblando las rodillas mientras sumergía mi cabeza en su centro de placer. Me daba algo de asco ver mi esperma saliendo de su conchita, pero era mi leche, yo me la había cojido recién. Ataqué su vagina con la lengua y lamía toda la zona además de su canal trasero que era accesible en esta pose. Llevando mucha humedad a su asterisco masajeaba despacito el esfínter mientras notaba que se aflojaba un poco invitando entrar al dedo. Esta vez me dediqué a lamerle el clítoris mientras le metía un dedo en el culo, la pobre suspiraba fuerte temblando y estaba metiéndole un segundo dedo cuando se sacudió en un tremendo orgasmo. Yo sonreía feliz por haber hecho acabar a mi putita. Me estaba por vestir cuando me pidió quedarnos un rato en la cama para conversar, allí no habían limites de tiempo mientras no apareciese un cliente. Encantado me recosté pasando un brazo debajo de ella mientras muy dulce se dejaba abrazar, me quedé viendo su carita feliz mientras trataba de adivinar cuántos hombres se la cojían por día. Marta relataba que allí eran casi todos familiares, con nexos lejanos y no tanto. El tío era el dueño del lugar y quien ayudaba a las chicas nuevas a integrarse en su nuevo trabajo. Recordaba de chiquita estar enamorada de su tío que era muy atento con ella, le compraba ropita y golosinas mimándola ...
    ... mucho. Ella creía que sus caricias cada día más atrevidas eran producto de un amor mutuo, un piquito se fue convirtiendo en besos sobre su boca y las leves caricias terminaron dedeándole la puchita hasta su primer orgasmo. No era tan malo hasta romperle el culito estando bebido, ese día ni le dijo que la amaba, solamente le metió el pene en el anito sin misericordia. Se lamentaba que días antes la había desvirgado pero en esa ocasión había sido muy suave, apenas le hizo doler y la besaba mucho mientras ella sentía abrirse su puchita al máximo mientras el tío se la metía cojiéndola hasta acabarle dentro. A poco de conocerse su embarazo la hizo trabajar aduciendo que debería ganar algún dinero antes de tener una panzota. Me consolaba que tendría menos de un año desvirgada y no tantos tipos se la habrían cojido hasta hoy, si bien no la agarré virgencita al menos no era una vieja gastada. Mientras hablaba, le estaba oliendo el pelo y acariciando la carita, me alarmé que estuviese tratando a un puta como si fuese mi novia pero sus ojitos entrecerrados me inspiraron mucha ternura besándola con pasión creciente. Increíblemente se me estaba parando otra vez y Marta al advertirlo preguntaba si deseaba cojérmela nuevamente o prefería que me la chupase, respondí que me conformaría con abrazarla escuchando su voz mientras me contaba cosas de su familia. La mágica paz se interrumpió cuando la llamaron para comer, nos vestimos y estaba por retirarme cuando tomándome de la mano me obsequió sus ...