La juez bien dotada - Relatos Eróticos

La juez bien dotada

Hola, el relato que leerán es sobre una de las experiencias de mi vida mas fasinante y morbosa que me ha pasado.

Mi nombre es Martha y tengo 38, soy una mujer seria y no tan bella. Soy morocha y con una malformación: tengo un clítoris fuera de lo común, ya que es grande, y cuando me caliento se me erecta. Doctores me hicieron analisis y llegaron a la conclusión de que no soy hermafrodita, solo fue un error en el desarrollo adolescente. Pero no me disgusta ya que soy lesbiana y lo utilizo como si fuese un pene par ami, lo masturbo como un pene y todo. Aunque mantengo mis actitudes femeninas, además de mi figura de mujer.

Soy juez, el año pasado ocurrió un crimen curioso. Una mujer quiso violar a su esposo y lo mato, o asi se decía, nunca se supo quién era el o la culpable. Fue un crimen muy morboso para mi gusto.

En el mes del juicio, yo me encontraba una tarde en mi oficina. Cuando entonces un empleado me dijo que la joven acusada por el asesinato de su esposo quería una charla conmigo. Me sorprendió ya que casi nunca los testigos quieren una entrevista con un juez, pero en mi pequieño país no hay ley que se interponga en ello, asi que acepte muy curiosa.

Esa misma tarde la joven se precentó ante mi. Toco la puerta de mi oficina y yo misma le fui a abrir. Es una joven de veintidos años, rubia por naturaleza, ojos verdes y una sonrrisa inigualable. Tenía puesto el traje que se le dan a los acusados en las celdas del juzgado, pero ella lo lucía con un boton ...

... desabrochado y note parte de su pezón izquierdo al descubierto. Eso me hiso poner nerviosa.

- Hola, soy Gloria- Se precentó y me miró con sus bellos ojos llenos de dolor.

- Si, lo se. Me lamo Martha. Ven, siéntate ¿A qué has venido Gloria?

- Bueno, mira. Yo no soporto esto, el maltrato, el encierro, la suciedad. Solo quiero irme a casa, y rezar por mi difunto esposo, no quiero estar aca. Yo no soy la culpable - Mi miró y noté sus ojos llorosos.

Como era de esperarse, solo queria dar lastima. Lo sabía.

- Te daré todo mi dinero, mi casa en la Playa, mis más grandes tesoros- Dijo Goria, con tono decidido.

Lo sabia, pense. Solo quería sobornarme. Yo ya le estaba diciendo que se retire hasta que..

- Haré lo que tu quieras, lo que me digas, tratame como un objeto, enserio. Soy capaz de todo, de darte todo. No se que mas decirte.

Y ahi fue cuando se me ocurrió: hace mucho que no tenia relaciones con alguein, y ella me atraia mucho. Quiza podria arovechar la ocación y luego vería como manejar eso de su libertad.

-Bueno Gloria, mira.. Soy lesbiana, tube un deseo sexual por ti desde que entraste a mi oficina. La verdad es que si tu aceptas pasar solo unas hora conmigo haciendo todo lo que yo te pida, no habrá problemas con tu libertad.

Se mostró algo sorprendida pero acepto inmediatamente.

Me dijiri a ella.

- Empezaré tocandote un poco.

Me dirijí a ese seno medio descubierto que tanto me llamaba para que descubra que mas habia destras de su traje. Lo ...