1. 39.1 Robin


    Fecha: 20/07/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... poros, giró la cabeza y me sonrió.
    
    —¿Te gustan los niños? —me miraba sin pestañear al preguntarme, tiene unas pestañas larguísimas que parecen abanicos cuando abre y cierra sus ojos.
    
    —Muchísimo, a ti también parece que te gustan —tenía sus piernas colgando por el lateral de la cama, se quitó los mocasines con los mismos pies y saltó de la cama, apuró lo último que le quedaba en la lata y fue a por otra. Volvió a beber de la misma forma, creo que acabó con la mitad de la lata.
    
    —No, a mí no me gustan los niños, salvo el mío —me miraba provocador y fue hacia la ventana, sus pasos eran elásticos como los de un felino, dejó un momento la lata para subirse los pantalones consiguiendo que se le marcara más su bulto, ahora se le notaban también la redondez de sus testículos. Claramente se me estaba exhibiendo. Se inclinó sobre el alféizar y sacó ese culo que tiene pequeño, redondo y breve y se puso serio mirando hacia la calle.
    
    —Esa puta quería deshacerse de él y yo no le decía que no —se dio la vuelta y apoyó su culo donde antes tenía los codos mirándome a mí.
    
    —Mis padres y los suyos se opusieron a que hiciéramos esa barbaridad, renunció a él y ahora es mío —sonríe divertido. Mis padres lo cuidan y no parecen sus abuelos.
    
    —Estoy contento de tenerle —se lleva la lata a la boca y la termina, va a por una tercera y vuelve junto a mí. La deposita sobre el dosel de la cama y de ...
    ... costado mirándome alarga su mano para pasar el blanco de la yema de su dedo por mis labios. Saco la punta de mi lengua y lamo su yema al pasar, deja quieto su dedo unos segundos y hace fuerza para entrar con él en mi boca.
    
    Lo acojo y lo envuelvo cerrando mis labios sobre él, lo chupo aplastándolo contra mi paladar, mamo de él como si fuera un pequeño pene y cierra sus ojos a la vez que se estremece.
    
    Coloca su cabeza sobre la mía y saca su dedo.
    
    —Eres un chico muy guapo, demasiado bello para ser chico, ya te lo habrán dicho.
    
    —¿Podemos follar? —el cazador ha sido cazado, pide por favor si poderme follar, se ha enredado en sus redes. Le miro sujetando su rostro con mis manos.
    
    —Pero solo follar, sin otros líos. Me gustas Robín, eres tan viril y muy especial —no me deja decir más y encierra mis labios entre los suyos para morderlos.
    
    Devora mi boca metiendo su lengua con sabor a cerveza muy dentro de mi hasta llegar a mi garganta, intento que vaya más lento. Movía su lengua en círculos dentro de mi boca con mucha brusquedad y luego la dejaba muerta rozando la mía.
    
    Saltó de la cama y sin darme lugar a recrearme con su cuerpo lo tenía desnudo ante mí, fue hasta la bolsa y recogió algo de ella, su culito era un prodigio de perfección donde se le formaban hoyuelos en sus laterales. Sin darme cuenta le tenía otra vez sobre mí, ahora desnudo y me llegaba un olor dulzón de él. 
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