1. Despertando al Sexo con mi Hermanita 2.


    Fecha: 18/07/2021, Categorías: Incesto Autor: caliche999, Fuente: SexoSinTabues

    ... miaitos era lo más excitante que había olido en mi vida. Introduje mi lengua en aquella hermosa y peladita vagina y oía como intensificaba sus gemidos y movia su cuerpo de lado a lado; yo revolcaba con mi lengua sus pequeños labios vaginales y chupaba todo aquello pues me parecía hermoso y delicioso mientras sentía sus gemidos y movimietos que se seguían intensificando. De pronto me soltaba la cabeza y bajaba sus manitos a la alfombra para apoyarse y levantar sus caderas del piso como si quisiera que entrara más mi lengua y mi boca entre sus piernas y yo aprovechaba estas levantadas de su cola para agarrarle con fuerza sus nalguitas preciosas que se movian enloquecidas hacia arriba y volvían a caer a la alfombra sin control y me sacudían la cabeza como a un muñeco. De pronto levantó muchísimo su culito del piso y lanzó un grito que ya interpreté como el mismo placer extremo que sentía yo antes de venirme; aquello era música para mis oídos: Aaaaaaaaa, Aaaaaaaaaa, Aaaaaaaaaa, Mmmmmmm, Mmmmmmm. Apenas sentía que disminuían sus gemidos, volvia a intensificar mis chupadas y arrebatos para prolongar aquel precioso momento mientras me refregaba la verga contra la alfombra buscando mi orgasmo. Fueron muchas sacudidas pero yo no lograba venirme en la alfombra como la vez pasada; entonces, talvez deseando instintivamente algo más suave para mi pene o buscando estar encima de su cuerpo, me di la vuelta completamente 180° para seguir con mi boca en el paraíso de su vagina y quedar ...
    ... encima de ella, sin darme cuenta que mi erecto y enloquecido pene había quedado en su cara. Si ya creía estar en el paraíso, lo que siguió no sé como describirlo. Inmediatamente adopté esta posición ella tomó con sus manitas mi pene y se lo introdujo sin titubeos a su boca mientras yo sostenía con codos y rodillas mis caderas levemente por encima de su cara; sentir mi pene entrando en su tibia boca fue más que entrar en el paraíso; sentía su lengua juguetear con mi verga y chupar con fuerza como queriendo comérsela; a veces sentía sus dientes y aunque me dolía un poco, el placer que sentía compensaba con creces la sensación de dolor. No se cuanto tiempo estuvimos en esta incómoda pero increíblemente placentera posición; yo movía mi cadera instintivamente hacia arriba y hacia abajo mientras mi hermanita estiraba su cuello y volteaba su cabecita hacia atrás para permitir la entrada de mi pene hasta el fondo de su garganta; los dos lo estábamos disfrutando hasta el infinito, pero ya no aguanté más y tuve el mejor orgasmo que había sentido hasta ese momento. Ella se sacudió un poco con mi venida pero no se sacó mi pene de la boca; muy al contrario siguió chupando y se tragaba mis chorros mientras se sacudía con las envestidas de mi lengua en su vagina y mi pene en su boca. Exhausto y casi sin aliento me dejé caer a un lado boca arriba en la alfombra mientras sentía a mi hermanita aún jadeando y saboreando mi semen pues levanté mi cara para mirarla y la vi metiéndose un dedo en su boca ...