1. Despertando al Sexo con mi Hermanita 2.


    Fecha: 18/07/2021, Categorías: Incesto Autor: caliche999, Fuente: SexoSinTabues

    Esta es la continuación de mi primer relato “DESPERTANDO AL SEXO CON MI HERMANITA“ el cual sugiero que lean primero para no perder el hilo de la historia. El Link es : http://www. sexosintabues. com/RelatosEroticos-37310. html Como comenté en mi primer relato, en aquella época yo tenia 12 años, cerca de cumplir 13 y mi hermanita 10, pero yo ya estaba rebosante de hormonas. Vivíamos con mi madre viuda en una pequeña ciudad en un apartamento de segundo piso. Habíamos descubierto con mi hermanita (en una de las cotidianas ausencias de mi mamá) los placeres del sexo oral que yo le había hecho en el piso mientras me masturbaba boca-abajo contra la alfombra; habíamos quedado tan felices y contentos después de aquella deliciosa experiencia, que no veíamos la hora de repetir la pilatuna tan pronto saliera nuestra madre a visitar a las tías. Este tiempo fue interminable y solo duró dos días en que nos cruzábamos miradas lujuriosas y nos sonreíamos con intensa morbosidad, pensando en lo que haríamos apenas saliera por la puerta del apartamento diciéndonos como siempre “Tranquen bien la puerta y no le abran a nadie” , placer para nuestros oídos pues nos daba la seguridad de no ser sorprendidos. Y así fue; al segundo día a las 6 p. m. fue a hacer sus visitas y nos quedamos solos y como siempre a esa hora, luego de hacer tareas estábamos viendo televisión, pero esta vez fue diferente: apenas cerré y tranqué la puerta volteé a ver a mi hermana sentada como siempre en la alfombra y ella ya ...
    ... me estaba mirándome con una sonricita tan picarona que no olvidaré jamás. Yo le respondí su mirada desabotonando mi pantalón y bajándome la cremallera a lo cual ella respondió desnudándose por completo; cuando terminamos de desnudarnos ya mi miembro estaba mirando al Cielo con una erección incontenible. De inmediato nos abrazamos y sentíamos nuestros cuerpos piel con piel deliciosamente tibios; yo la besaba en su cuello y aprovechaba para cogerle a dos manos esas increíbles nalguitas a las que tantas ganas les tenia; ella me abrazaba y se dejaba llevar de mis caricias apretándose lo que podía a mi miembro erecto que casi le llegaba a su pechito plano. En medio de este delicioso manoseo nos dejamos caer en la alfombra quedando yo encima de ella; de inmediato empecé a bajar hacia esa recordada y deliciosa cuquita no sin antes chupar sus pequeños y duros pezoncitos. Ella jadeaba y daba pequeños gemidos que eran música para mis oídos. Seguí bajando dándole besos por todo su cuerpo, le introduje mi lengua en su pequeño ombligo y ella me agarraba la cabeza con sus dos manitas como para evitar que parara de hacer lo que estaba disfrutando tanto; sentía en mi cabeza pequeños empujoncitos hacia abajo como queriendo que llegara más rápido a su cuquita y yo ni corto ni perezoso seguía bajando lenta pero inexorablemente hacia la “caldera del diablo” , el sitio más prohibido y delicioso del planeta; fue otra ves la entrada al paraíso; ese delicioso olor a intimidad femenina combinada con ...
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