1. Fui Infiel a mi amante y para mi sorpresa le gusto


    Fecha: 18/07/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... penumbras era difícil que nos miraran (o eso creo) Yo me gire dándole la espalda, y sensualmente le comencé a restregar mi trasero en su paquete hasta hacerlo encajar perfectamente en la hendidura de mis nalgas,comencé a moverme lentamente para masturbarlo con mi cola, Los movimientos de mi cadera y culito eran cada vez más rápidos y fuertes quería sentir más la dureza de su miembro sobre mis nalgas. Tiré una mano hacia atrás, la puse entre él y yo y apreté su bulto y estaba tan duro que empecé a imaginármelo dentro de mi boca. El me susurro al oído que me quería coger, no le dije nada, alce mis brazos al aire moviéndolos al compás de la música mientras Diego subió sus manos hasta mis grande senos me los agarro y me provoco el primer gemido que gracias a la música alta nadie escucho, luego bajo una de sus manos quiso meterla por mi pantalón pero no se lo permití, no porque no quisiera sino por el miedo que alguien nos viera, así que por encima sus dedos llegaron hasta el área de mi vagina y me la sobo tanto que estuve a punto de correrme, Yo estaba súper arrecha y mojada, mi mano nuevamente fue en busca de ese trozo duro y se lo comencé a sobar en agradecimiento por todo lo que me estaba haciendo sentir, quería abrirle su pantalón, agarrar su verga, darle una gran pajeada luego chupársela y por ultimo metérmela en mi conchita, pero el sitio no lo permitía, los dos estábamos que nos comíamos así que cuando termino la música nos fuimos a un rincón oscuro del segundo piso ahí ...
    ... no había nadie ni siquiera cámaras, nos besamos desenfrenadamente, el saco mi blusa y como no tenía sostén mis senos quedaron a su completa disposición, creo que nunca había tenido unas tetas tan grandes en frente suyo, que me las agarro y manoseo con locura, parecía como niño con juguete nuevo, pronto sus labios se centraron en mis pezones erectos, los succiono y lamio tan rico que comencé a gemir como loca, luego zafó mi pantalón metió su mano y uno a uno sus dedos fueron entrando en mi gruta (hasta ese momento) prohibida, en cuestión de segundos me hizo correr, tuve que taparme la boca con mi mano para no gritar. No se imaginan, cómo lo disfruté. Lo detuve, ahora era mi turno, abrí su pantalón y saque su verga, admito que no tenía las proporciones inmensas que la de Cesar, pero si estaba súper dura y caliente, me arrodille y sin más ni más se la comencé a mamar, mi lengua jugaba con su glande y con su tronco venoso, despacito de arriba abajo y luego rápido, abrí mi boquita y me la metí toda, alce la mirada y su cara era de inmenso placer, el gemía y me decía que parara que estaba a punto de venirse yo deseosa de su leche se la seguí mamando sin detenerme ni un segundo hasta que logre mi cometido, hacer que estallara en mi boquita. ¡Dios, cuanta cantidad de semen!, pero me lo trague todo, sin dejar escapar ninguna gota,
    
    -Eres una mujer salvaje, porque no seguimos la fiesta en otra parte? – me dijo –
    
    Estuve a punto de decirle que sí, pero me frene y le dije que no, que ...
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