1. Fui Infiel a mi amante y para mi sorpresa le gusto


    Fecha: 18/07/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Allá por el año 2008, se me acabo el contrato pero rápidamente conseguí empleo en una entidad de Ahorro y crédito, y como en esta empresa tenía que visitar clientes para estudio de crédito y hacer cobros tenía la oportunidad perfecta de volarme con Cesar a su apartamento o algún motel y follar hasta el cansancio, el riesgo de ser descubierta acrecentaba nuestra lujuria y a pesar que podíamos pasar mañanas o tarde enteras juntos, mi esposo nunca llegó a sospechar que le estaba poniendo los cachos.
    
    Los meses pasaron y mientras que con Cesar las cosas eran color de rosa, con mi marido todo iba de mal en peor, ya casi no teníamos sexo, mi comportamiento era cada vez más distante, la pasábamos peleando tanto que la convivencia se volvió tan insoportable que el terminó yéndose de la casa, eso en vez de afectarme fue todo lo contrario, volví a sentirme viva, libre y nuevamente mujer y lo que era mejor, podría estar más tiempo con mi macho.
    
    Con Cesar el sexo era EXTRAORDINARIO, cosa que nunca pasó con mi marido, que siempre fue normalito y que voy a negar una que otra vez tuve orgasmos, pero con Cesar era todo placer al límite, ese hombre sabia como moverse y como coger a una mujer, el sexo nunca era rutina cada encuentro era una nueva experiencia. Lo hacíamos en cualquier parte, en su apartamento, su trabajo mi trabajo en mi carro, en el cine, al aire libre, en moteles, en fin donde nos cogiera la calentura. Lo que más me gustaba de era su enorme verga, con solo mirar ese ...
    ... enorme trozo de carne me ponía arrecha. Dicen que el tamaño no importa, pero seamos sinceras; a mí y a la mayoría de las mujeres si nos importa y mucho y es que visualmente un pene grande provoca lujuria y ganas de hacerle cositas ricas, agarrarlo, apretarlo, manosearlo, chuparlo y metérselo por todos los huequitos; cosa que no pasa al ver un pito chiquito. Y Cesar además de tenerlo inmenso se demoraba en correrse, algo que era muy bueno porque podíamos probar varias posiciones antes de venirme, me excitaba mucho cuando se ponía como salvaje y me penetraba duro, me agarraba del cabello me daba nalgadas y me decía palabras sucias como “mi zorrita”, mi Putica o mi perra en celo, eso en vez de enojarme me ponía más arrecha, me encantaba agarrarle su rico trasero mientras me penetraba y sentir sus gotas de sudor cayendo en mi piel, sentía desfallecer cuando su enorme verga se habría paso por mi conchita, ese hombre era un semental insaciable y yo poco a poco me estaba convirtiendo en una adicta al sexo, a mí me gustaba ponerme arriba y cabalgarlo, arañarlo y morderlo hasta dejarlo marcado. También nos gustaba fantasear con historias retorcidas, como que yo era una mujer indefensa y él era un violador que me secuestraba, me tiraba a la cama y me ataba, me vendaba los ojos, me ordenaba chuparle su verga para luego penetrarme a la fuerza mientras yo fingía negarme, pero obviamente mis orgasmos y gritos de placer me delataban.
    
    Cesar era un tipo muy recorrido en cuanto a sexo se ...
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