1. Una madurita se vuelve mi vecina y me entrega algo mas


    Fecha: 05/07/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Pervermex, Fuente: CuentoRelatos

    Estuve cuatro días sin ver a Cintia, mi madura vecina, solo le mande mensajes para saber dónde estaba y que hacía, empezaba a conocerla mejor y a controlarla poco a poco, lo que ella misma facilitaba y hasta provocaba pidiéndome permiso para hacer sus cosas. El último día le ordene ir de compras para cambiar algo de su guardarropa por algo más sexy y sin negarse a nada me estuvo mandando fotos de todo lo que se probaba en el vestidor de una tienda, compro vestidos, faldas, blusas y tangas, me pidió permiso para comprar sostenes pero se lo negué diciendo que me gustaba que fuera sin el mostrando sus tetas y pezones parados.
    
    El viernes salía con mis compañeros de oficina y lo iba a usar como excusa para ver nuevamente a Cintia, le dije que se pusiera un vestido negro que iba bien pegado a su cuerpo, resaltaba su delgada cintura y sus curvas, llegaba bastante arriba de las rodillas y dejaba ver sus delgadas pero firmes piernas, usaría el cabello suelto y tacones de aguja para complementar. Fui con mis compañeros y me retire temprano con una excusa tonta para ir al bar donde vería a mi madura vecina, llegue unos minutos antes y le avise que la esperaba en la mesa del fondo, no necesito avisarme cuando llego porque causo revuelo al entrar con ese minivestido que resaltaba su belleza, se veía aún más sexy que en las fotos, su caminar sensual y su rostro completaban el cuadro de una auténtica milf que hacia voltear a todos los hombres en el lugar, incluso a algunas mujeres ...
    ... también.
    
    Cuando llego frente a mi me levante del sillón donde estaba para saludarla con beso de lengua y un repaso a sus nalgas, nos sentamos y estuvimos un buen rato bebiendo y platicando, nos cachondeábamos uno al otro con caricias y besos, parecíamos novios de secundaria, me pidió permiso de ir al sanitario y le dije que tendría que ir caminando de la forma más sensual que pudiera para dar el espectáculo que todos esperaban u que debía regresar con su tanga en la mano la que me entregaría. Dudo un momento pero se levantó y camino como se lo pedí, parecía que todo se hubiera paralizado mientras caminaba y dejaba a todos disfrutar de su sensualidad que yo hasta entonces también desconocía, al regreso venía aún más sensual y cuando llego conmigo me dio su tanga en la mano que sentí un poco húmeda, me beso y se sentó en mis piernas, continuamos los arrumacos y besos hasta que no aguante más la calentura y pedí la cuenta para irnos de ahí. Salimos abrazados y subimos a mi auto, ella había llegado en taxi dejando al chofer buen caliente con la visión de su escultural y delgada silueta, cuando íbamos en camino la tome de la cabeza y la baje para que me diera una mamada, sin decir nada entendió el mensaje, saco mi verga del pantalón y se la metió en la boca, íbamos llegando al edificio donde vivíamos pero había algunos vecinos entrando y para hacer tiempo pare en un parque a unas cuadras, Cintia seguía pegada a mi verga y cuando nos estuvimos moví mi asiento lo más atrás que pude ...
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