1. La sorpresa de Fátima


    Fecha: 15/06/2021, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tenia pánico.Llegue a sentir su aliento en mi nariz. Delicioso. Me abrazó, miverga era imposible de disimular. Volvió la electicidad y entramos en su depto. Mi erección no me dejaba en paz. No se si ella se percató de mi estado de calentura. Esa noche yo miraba y miraba piernas tetas, culo y la imaginaba montada encima de mi. Fátima era mi obsesión. Al despedirnos nos besamos por primera vez y me dijo que esto no podría ser.
    
    Me pidió que me fuera.
    
    Quede sorprendido.
    
    Volvimos a salir una semana después y todo se repitió más o menos igual, salvo que el elevador no quedó atrapado… como yo quería.
    
    Esta vez al despedirme nos besamos, me abrazó y notó mi verga dura, comenzó a refregarse contra mi cuerpo y sentí sus tetas. Fátima comenzó a gemir. La bese la fui desnudando y ella me detuvo, vamos a mi pieza dijo. Apagó la luz y me desnudó, en cuclillas me hizo una mamada de putamadre. Me chupo los huevos y me palpo el ano: una experta. Su lengua lentamente recorrió mis piernas y mi verga por completo hasta succionarme la punta con una suavidad impresionante. Mire y su acara estaba desfigurada de caliente, ojos blancos, babeaba, gemía mientras se disfrutaba mi tranca de 21 cms completamente dura y goteando.
    
    Finalmente, la llevé a la cama, se quedó boca abajo, subí el vestido y palpé sus nalgas:reconozco que nunca había tocado un culo tan duro y bien hecho como este, firme, bien hecho; comenzó a gemir, pero se veía tímida y casi no quería seguir. Le besé el ...
    ... cuello, la giré levemente y le mordí los pezones (una delicia sexual, altamente recomendable). Sus tetas son durísimas, parecen implantes, pero son reales. Volvió a ponerse boca abajo, abrió las piernas y separándose las nalgas, me ofreció el ano… vaya pensé que fácil, es lo último que una mujer suelta. Separé las grandes nalgas y fui entrando con suavidad al ritmo de sus quejidos hasta que me culié a Fátima hasta los huevos… su esfínter se abrió y su intestino grueso se dilató para dejarme entrar en las profundidades de su hermoso culo… gemía, sollozaba, le dije cosas bonitas pero ella solo gemía. Empujé y mi verga se hundió en su cuerpo hasta el fondo. De pronto me apreta y como experta, me hizo eyacular….”eso ven, mójame amor, precioso, dame tu lechecita” me dijo. La acaricié y al tocar su vagina…ohhh… dios mio…tenía un pene diminuto de unos 3 cms de largo, carnoso con diminutos testículos. Se puso a llorar. Era su secreto. Fátima era Fátimo.
    
    No me importó, folla tan bien que no me importó.
    
    Estuvimos follando una semana sin parar todas las tardes, probando todas las posiciones que dos cuerpos masculinos pueden ejecutar; mama y traga como ninguna mujer me lo había hecho antes; un sábado decidimos hacer un 69 y lo hice acabar, probé su leche y Fátima fue feliz, por primera vez tuvo un orgasmo con un hombre. Ahora me la puedo follar libremente y hemos avanzado mucho en nuestras exploraciones sexuales. Llevamos 3 años de pareja, nadie, salvo ustedes, conocen el secreto… 
«12»