1. Mi gran amigo y desconocido (Parte 2)


    Fecha: 10/06/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: judasrape, Fuente: RelatosEróticos

    MI GRAN AMIGO Y DESCONOCIDO (Parte 2)
    
    No sé en qué momento se despojó de sus ropas, pero ahí estaba él, con su polla erecta en la mano; mirándome con cara de triunfador.
    
    Se acercó hasta mi cara y me la ofreció para que yo le diera placer a él.
    
    Me negué aún a pesar de que estaba aún excitada. Pero seguía sabiendo que éso no estaba bien, que me estaba forzando desde el principio y aún no sabía hasta donde estaba él dispuesto a llegar.
    
    Dió dos golpes con la punta de su polla sobre mi boca cerrada, a modo de advertencia para que la abriera. Pero me negaba plenamente.
    
    Me tapó la nariz y esperó a que la abriera. Aún así yo pensaba en mordérsela si al final conseguía metérmela.
    
    Abrí la boca en un acto sumiso y rápidamente me la metió hasta el fondo. Pensé en arrancársela en cuanto lo hizo, pero me dejaba sin respiración y éso hacía que abriera la boca lo más que pudiera para poder respirar, haciendo unos ruidos guturales y llenándole la polla de abundante saliva.
    
    Empezó a follarme la boca agarrándome de los pelos. Y dándome cada vez más embestidas... se corrió en el fondo de mi garganta, mientras resoplaba como un animal.
    
    Me la sacó mientras tosía, me tapó la boca con fuerza y me obligó a tragármelo todo.
    
    Pensaba que después de éso, ya había acabado ése calvario. Pero no hizo más que empezar.
    
    Yo estaba mareada y sin fuerzas, de las terribles embestidas y la terrible excitación que aún tenía.
    
    Carlos, recuperó rápidamente las fuerzas, cogió unas ...
    ... correas del cajón de su mesilla y se dedicó a atarme a la cabecera de metal de su cama de rodilla en la posición de “perrito”.
    
    No sé que pretendía en ése momento, pero empezó a insultarme y decirme obscenidades cada vez más subidas de tono.
    
    -Carlos: ¿Te gusta que te follen verdad? Tanto tiempo calentándome... Ahora me toca a mí. Eres igual de puta que las demás. Mira lo mojada que estás, maldita zorra. ¿No te da vergüenza? Eres una jodida perra y te trataré como tal.
    
    Agarró una correa y collar para perros y me lo puso en el cuello volviéndome a llamar perra y burlándose de mí. Estiró la correa hacia atrás ahogándome, se me salían los ojos, me faltaba el aire...
    
    Pensaba que perdería el conocimiento en cualquier momento. Pero cuando estaba apunto de desmayarme, me despertaron una serie de azotes que me devolvieron a la realidad.
    
    Era un cinturón normal de cuero, de ésos de hebilla gorda. Me daba latigazos en las nalgas mientras se reía de mí y de mi situación actual. Me llamaba perra, me fustigaba, me humillaba.
    
    Yo a ésas alturas ya lloraba de nuevo suplicándole que por favor acabara con ése suplicio, pero parecía que cuanto más lloraba y suplicaba, más excitado estaba él.
    
    Volteé mi cabeza lo más que pude para verlo a los ojos y suplicarle. Pero vi su cara... Su cara desfigurada por el deseo y las ganas de hacerme daño. Vi malicia y una sonrisa desencajada, con unos ojos de loco que harían retroceder al mismísimo diablo.
    
    No me lo podía creer. Parecía otra ...
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