1. Fantasías realizadas 2 (sexo anal).


    Fecha: 04/06/2021, Categorías: Confesiones Autor: psicoloka1987, Fuente: RelatosEróticos

    Fue en mi segunda vez, a los 20 días de regresar de México, no me pude aguantar las ganas de probar cositas nuevas y sobre todo volver a sentirme penetrada.
    
    Me fui a una albercada con mis amigos de la universidad, nos habíamos ido de pinta ese día, un descanso después de los exámenes parciales, era casi el final de mi primer semestre de psicología, loca, irreverente, rebelde, y ahora despertaba en mí el deseo sexual y lo quería explotar al máximo.
    
    Estábamos en una esquina privilegiada de la alberca donde podíamos ver a los hombres lanzándose por el trampolín haciendo sus usuales volteretas para llamar la atención de nosotras, y de pronto lo vi, sonará teatrero pero no me importa, así me pareció a mí, el sol iluminó su piel bronceada, alto, moreno, de espalda gruesa, lampiño, de cabello rizado negro, con una barbita de candado que me excitaba demasiado, sus manos grandes, y dedos enormes, tenía todo lo que buscaba para ser mi siguiente compañero de cama.
    
    Y el… se fijo en mí, me sonrió y vino hacia mí, sin conocernos nos estábamos muriendo por esos toques eléctricos que zumbaban este nosotros cuando estábamos a centímetros de que nuestras pieles se tocaran.
    
    Empezamos a charlar y resulto que era amigo de una amiga, y que ella lo había invitado para que conociera a una chica llamada cristina, casi solté una carcajada, mi amiga me mando a este bombonsazo y no lo iba a desperdiciar jajajaja.
    
    Me reí, y le dije, entonces no hay que desaprovechar el tiempo cuando ...
    ... ella te ha mandado hacia mí. Me miro y nos empezamos a reír, escondiditos pasando desapercibido nos salimos de la alberca y nos fuimos caminando entre el rancho hacia la salida, habían unas cabañas de huéspedes donde yo me quedaría con unas amigas, la cama estaba perfectamente hecha, pero no quería que empezáramos ahí, nos fuimos al baño para darnos una rica bañada quitándonos el cloro de nuestros cuerpos…
    
    El se restregaba en mi como un gatito, excitándome con cada roce, yo solo me ponía de espaldas a él, con las manos en las llaves de la regadera, y él se frotaba en mi, su miembro estaba a su máxima expresión, su boca mordía mi cuello, sus manos estrujaban mis pechos y pellizcaban mi entrepierna.
    
    De pronto me voltea, y me carga, su miembro roza mi clítoris, su boca esta unos centímetros debajo de mis pechos, me inclino más hacia él y los muerde, los delinea con la lengua, los chupa, sube a mi cuello, y llega a mi boca, dándome uno de los besos más excitantes de mi vida, me reclina contra la pared del baño y me sigue besando, así cargadita. Fue uno de los besos más largos que eh dado en mi vida, no sé cuánto tiempo estuvimos así, pero juro que tardamos un buen, quería esos labios que me incitaban a no dejar de besarlos y morderlos, pero al mismo tiempo empecé a mover mi cadera para que mi clítoris rozara un poquito más sobre su miembro, lo quería palpar pero me tenía todavía cargada, me bajo poco a poco sin dejar de besarme, me apretó junto a él, agarró una toalla y me ...
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