1. Con Miguel y Anabel (II)


    Fecha: 04/06/2021, Categorías: Incesto Autor: Euge, Fuente: CuentoRelatos

    Seguíamos de vacaciones en España y por supuesto que con nuestros amigos Miguel y Anabel.
    
    La cita esta vez era en el departamento que gentilmente nos habían arrendado para nuestra estadía en ese bello país.
    
    Miguel nos había anticipado que llegaría primero dado que Anabel tenía un compromiso y se nos uniría un par de horas más tarde.
    
    A la hora indicada él estaba ahí, listo para darle placer a Piru.
    
    Cuando se bajó el cierre de su pantalón y sacó a relucir su enorme verga, mi mujer me hizo un chiste no obstante ya conocerla de antemano y me pidió que trajera un anestésico.
    
    La verdad que yo también quedé impresionado, porque nunca se la había visto en vivo y en directo como en ese momento. Piru me había contado maravillas de Miguel pero uno siempre supone que a veces ellas exageran un poco para ponernos un poquito celosos y realmente no había mentido nada.
    
    Cuando Piru se la tocó un poco su verga se le paró como un muñeco con resorte y no se bajó hasta dos horas después.
    
    Generalmente mi mujer se guarda la leche para el final porque sabe que si nosotros acabamos rápido bajamos el rendimiento o en algunos casos morimos allí mismo y se acabó la joda.
    
    Pero con Miguel y sobre todo con su pija se entusiasmó tanto (bah, mejor dicho, ya venía entusiasmada de la otra tarde) que se la puso en la boca, se la pasó por la cara, por las tetas, en el medio del pecho y lo masturbaba y lo hizo acabar.
    
    Le salió un lechazo que baño su cara casi por completo pero ...
    ... mantuvo la erección quedando su verga tan dura como antes de acabar. Todo un ídolo Miguel.
    
    Piru se lubricó toda, concha, ano, todo...y se lo montó.
    
    Cada vez que se sentaba sobre esa pija sus ojos se abrian y exhalaba tales gemidos que me excitaban sobremanera.
    
    Miguel le entraba tan a fondo que cada cuatro bombeos ella tenía un orgasmo.
    
    Siguió y siguió hasta que su vagina se irritó tanto que no soportaba el ardor.
    
    Entonces nuestro amigo arremetió por el culo. Hasta a mí me dolía de solo ver esa verga enorme entrándole por el culito a mi mujer.
    
    Yo pensaba que después de esto, mi pija le iba a parecer un dedo a Piru.
    
    Cuando todo acabó y después de masturbarme dado lo caliente que estaba por verlos a los dos, nos tomamos un par de copas, ya relajados, esperando que llegara Anabel.
    
    Cuando arribó casí me caigo de espaldas. Estaba deslumbrante, más linda que nunca y muy sexy. No pude contener mi erección al verla.
    
    Cuando nos desvestimos se quedó en una micro bikini y no podía dejar de mirarle ese culo tan perfecto, tipo corazón al revés, que comenzaba bajo una cintura pequeña y terminaba donde unas piernas fuertes y torneadas.
    
    Su maravilloso vello púbico se deslizaba a través de su tanga y eso me ponía muy nervioso. Verle ese tupido vello cubriéndole la concha es algo que me atrae de tal manera que no se pueden imaginar. Y pensar que muchas mujeres se depilan totalmente. Son gustos pero pienso que la mayoría de los hombres nos gusta llegar a la cuevita ...
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