1. Sara y sus mascotas


    Fecha: 03/06/2021, Categorías: Zoofilia Autor: pedritor, Fuente: SexoSinTabues

    Sara y sus mascotas 2017 ha sido un buen año para mí. He encontrado un trabajo estable, he salido del armario y…me he iniciado en la zoofilia. Creo que de las tres cosas lo que más me ha llenado es esta última, ya que es algo que no tenía previsto y que hasta hace muy poco desconocía. Me llamo Sara, y si no os importa os explicaré mi último año. Empecé mis estudios en veterinaria y no esperaba encontrar trabajo, ya que las expectativas en este sector no eran muy halagüeñas, pero tuve la suerte de que me aceptaran en una clínica cerca de mi casa. En esta clínica mi suerte fue doble, porque además de dejar de engrosar la larga lista del paro, conocí a la chica con la que actualmente lo comparto todo, y la que me ha enseñado todo. Sobretodo en el sexo, y cuando digo todo creo que lo digo en el sentido literal, con ella he probado de todo, cosas que yo no me imaginaba que podían existir, y que no sería capaz de probar, pero con ella lo he conseguido. Todo empezó el día que recibí la llamada de la clínica. Hola, buenos días, ¿podría hablar con Sara? Sí, soy yo misma. Te llamo de la clínica veterinaria “Mascota Feliz”, sobre el currículum que me enviaste. Soy Teresa, la dueña de la clínica. Ah, hola, encantada. ¿Hay algún problema con los datos que os envié? No, para nada, precisamente te llamo para saber si te puedes incorporar a nuestra clínica lo antes posible. Mi suerte empezaba a cambiar, era el inicio de un buen año para mí. Me dirigí rápidamente a la clínica, y en 15 minutos ...
    ... estaba llamando a la puerta. Adelante - me dijo una voz. Abrí la puerta, y ante mí se presentaba Teresa, la mujer más sensual que he conocido nunca. Y digo mujer, porque ella es bastante mayor que yo. A simple vista podría aparentar entre 30 y 40, pero la realidad es otra, Teresa es una madura de 48 años que quita el hipo, y yo simplemente era una estudiante de veterinaria con apenas 16 años. Hola, buenos días – dije tímidamente. - Soy Sara, acabo de hablar contigo por teléfono sobre la vacante en la veterinaria. Sí, hola Sara. Encantada de conocerte. – Se acercó a mí y me dio dos besos. Mi cuerpo se sobresaltó de un modo que nunca me había pasado. Vengo dispuesta a empezar ahora mismo si hace falta, aunque como habrás podido comprobar en el currículum apenas tengo experiencia, aún estoy estudiando. Tranquila, eso ya lo he tenido en cuenta, pero tienes el perfil que buscamos, pareces una chica inteligente y además…muy guapa. Supongo que ella notó que me ruboricé un poco, ninguna chica me había dicho nada parecido. Te voy a enseñar la clínica, sígueme. Teresa me enseñó la clínica, un lugar acogedor como pocos en los que había estado. Ya ha pasado un año, y aún sigo aquí. Pero imagino que vosotros deseáis escuchar la otra parte de la historia. Cómo empezó todo con Teresa, qué cosas he probado y cómo llegué a iniciarme en la zoofilia. Tranquilos, enseguida os complaceré. Los primeros días ayudaba en lo que podía a Teresa, la mayoría de los animales que atendíamos eran perros, y ...
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