1. Una parada en medio de la ruta


    Fecha: 30/05/2021, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... ojos diciéndole:“Te voy a coger ahora, aquí mismo, delante de este cornudo…”Ana le suplicó: “Sí por favor, ahora mismo…”El hombre entonces empujó a mi delicada esposa contra una mesa cercana y le hizo apoyar el pecho contra la piedra fría. Arrebujo la falda de Ana a la cintura, exponiendo su pequeña tanga de color negro.El tipo dio un silbido de aprobación y, con un rápido manotazo, desgarró ese pequeño pedazo de tela que cubría los humedecidos labios vaginales de Anita. Los restos de la tanga fueron a parar al bolsillo de sus pantalones.Mi esposa levantó un poco sus caderas y tomó esa verga enorme entre sus dedos, para ayudar en la penetración. Al tipo no le costó nada de esfuerzo entrar entre esos ya lubricados aunque estrechos labios vaginales.“Ahhh…” Suspiró Ana al sentir la invasión de esa ponderosa verga detrás de ella. Giró su cabeza para mirar al hombre y decirle:“Quiero que me cojas bien duro… no importa si grito como una loca…”El tipo sonrió en la oscuridad y le dio un duro golpe de caderas a mi esposa, que salió lanzada hacia adelante con tanta violencia; gritando con todos sus pulmones como ella mismo había previsto…Con cada violento embate, el tipo cada vez se enterraba más en la concha de Ana; haciéndola gemir, aullar y gritar como a una verdadera perra.Mi esposa gritó y gimió con cada orgasmo que tuvo. Perdí la cuenta de cuántos fueron en total, pero estoy seguro de que ella gozó muchísimo.El hombre me miró mientras le bombeaba la concha de manera ...
    ... furiosa:“Hace rato que no me cogía una perra así… tan puta como tu mujer…”Ana volvió a gemir y a acabar cuando sintió que el tipo se vaciaba dentro de su enfebrecida concha. Después él se quedó sobre ella, con la verga todavía enterrada a fondo en su concha. Permanecieron muy quietos los dos; solamente podía oírse el sonido de su respiración.De repente se la sacó con suavidad y Ana intentó levantarse de la mesa. Pero el hombre la tomó por el cabello y la hizo seguir apoyada boca abajo.“Adónde vas, puta… todavía te falta entregarme lo mejor…”Quedé helado; no me imaginé que este tipo iba a querer sodomizar a Ana.Ella también se alteró e intentó debatirse, pero el hombre la tenía bien sujeta. Avancé hacia ellos, pero entonces me encontré encañonado por una pistola que apenas se veía en la oscuridad.“Tu mujer tiene una concha muy caliente… ahora quiero probar su culo…”No me quedó otra opción que presenciar cómo ese hijo de puta se dedicaba a romperle el culo a mi esposa. Ana intentó zafarse, pero el tipo la sujetó de tal manera, que ella no pudo hacer nada.Me hizo retroceder unos pasos a punta de pistola y entonces pude oír el grito lastimero de Ana al sentir la intrusión anal. Ella siguió gritando todo el tiempo, porque ese turro realmente le maltrató el culo a su antojo.Me pareció que esta vez Anita se quejaba de veras; no estaba gozando con semejante cogida anal. El tipo era demasiado brutal, parecía que quería castigarla mediante sus tremendos golpes de pija en su estrecho ano.Finalmente ...