1. Una parada en medio de la ruta


    Fecha: 30/05/2021, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Una noche Ana y yo regresábamos de una ciudad cercana, después de haber visitado algunos amigos. Era una cálida noche primaveral y a esa hora la autopista estaba casi vacía.Anita parecía distraída sentada a mi lado, pero su mano derecha estaba ocupada moviéndose debajo de su falda. Le pregunté si se encontraba caliente y por toda respuesta me pidió que nos detuviéramos en una estación de servicio que se veía en el horizonte.Mi esposa salió del auto y me ordenó que la siguiera. Entramos al baño de damas y ella me susurró que esa noche ella estaba muy, muy caliente...Nos encerramos en una de las cabinas y cogimos como nunca. Estuvo divertido, con Ana tratando de apagar sus gemidos para que no la oyeran otras mujeres que entraban y salían del lugar.Cuando terminamos, regresamos al auto; pero Anita me dijo que necesitaba algo más. Me pidió que la esperara allí afuera y ella entró a la cafetería del lugar. Pude ver que conversaba con algunos hombres. Enseguida regresó sola y me preguntó con una mirada muy sensual:“Puedo traer a alguien…?”Le respondí que yo no tenía problema en compartirla con otro hombre.Ana sonrió y regresó a la cafetería, para volver unos instantes después.El hombre elegido nos esperaba atrás, en una zona arbolada donde había una especie de recreo con mesas y asientos de piedra. El lugar estaba bien oscuro y desierto a esa hora. Nos acercamos caminando y desde lejos pudimos ver al hombre esperando, recostado contra un frondoso árbol.Era un tipo bastante fornido; ...
    ... se veía que era rubio a pesar de la oscuridad. Tenía un cigarrillo en los labios y ambas manos descansando a los costados. Al acercarnos, vimos que llevaba la bragueta abierta y su enorme verga erecta apuntaba hacia nosotros. Era una cosa bastante grande.Ana dejó escapar un suspiro de aprobación apenas vio lo que ese desconocido tenía para darle.Ella miró en la oscuridad hacia todos lados, para asegurarse de que no había nadie más cerca de allí y luego se acercó al hombre.El tipo la tomó por la nuca y la obligó a ponerse de rodillas frente a él.Metió la punta de su verga entre los labios rojos de mi esposa, diciendo:“A ver puta, si es verdad que te gusta tanto chupar pijas…”Enseguida comenzó a mover sus caderas, metiendo y sacando su endurecida verga de la delicada boca de Ana.Mientras lo hacía, me miró de manera desafiante; pero todo lo que yo podía hacer era observar a mi esposa devorándose esa verga enorme.El hombre me dijo: “Qué tipo de suerte… con semejante esposa tan puta…”Tomó a mi mujer por la nuca y se zambulló más profundo todavía.“Quién te enseño a chupar así, perra… el cornudo de tu marido??”Yo apenas sonreí, sin dejar de mirar a Ana tragándose esa pija.“Vas a dejar que me coja a tu mujer aquí mismo, frente a vos…?Ana seguía ocupada con su boca; pero yo podía ver que sus propios dedos ahora entraban y salían furiosamente de su concha. Parecía a punto de acabar en un orgasmo, cuando el hombre la tomó por los cabellos y le hizo soltar la verga.La miró directo a los ...
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