1. Carlos y su -Arma-


    Fecha: 29/06/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... que sin darme cuenta ya tenía toda mi vagina mojada.
    
    -Ahora dale un beso.
    
    Lentamente puse su polla entre mis labios. Fue en verdad maravilloso. Era tan fuerte, tan grande. Y le dije a Carlos,- Tú sí que tienes una gran arma. Con eso puedes hacer feliz a cualquier mujer.- E instintivamente la metí en mi boca. Muy apenas me cabía la cabeza dentro pero hacia un esfuerzo que me salía de los más caliente de mi ser. Carlos me acariciaba el cabello, parecía que le gustaba lo que le hacía.-Me gustan tus nalguitas, siempre me han gustado. Me gusta tu culito rosado, tan pequeño, tan estrecho. Mira como me pones. Y tu chocho depilado se ve precioso. No tienes un solo pelo sobre tu cuerpo, eso hace que te veas como una muñequita de porcelana. En la playa, con un bikini pequeño, has de ser encantadora.
    
    Yo casi no lo escuchaba, estaba absorta con el sabor de su deliciosa polla. Juntaba mis piernas y las restregaba fuertemente una contra otra. Ya no aguantaba más tener la vagina vacía, necesitaba tener dentro esa polla enorme.-La quiero papacito, ya damela-, le rogué.
    
    -Aún no. Ahora quiero que me enseñes el culo, que te lo quiero chupar.
    
    Me puse de pie y me recosté en la cama, parando las nalgas. De seguro estaba dándole el mejor espectáculo del mundo. Sentí como sus enormes manos me separaban los cachetes del culo y dejaban expuesto mi ojete. Entonces sentí como se introducían los dedos de Carlos dentro de mi culito, mientras él me chupaba los dedos de los pies. Con lo ...
    ... caliente que estaba me sentía en la gloria.
    
    Él estuvo así un rato, hasta que me dijo: Ya tienes dentro cuatro dedos muñequita, creo que ya estas lista para recibirme dentro.
    
    -Soy tuya papi, hazme lo que quieras, pero házmelo ya.
    
    Lo vi ponerse de pie, y mientras con una mano me mantenía separada las nalgas, con la otra se agarraba la polla y la colocaba en mi culo. Sentí la cabeza caliente de su pene apoyándose contra mi ano. Cerré los ojos.
    
    -Esto te va a gustar más a ti que a mi-, escuché que dijo Carlos. Y de pronto la metió dentro de mi. Sentí como de repente estaba llena, que todo el cuerpo me hormigueaba, que mi calentura se hacía más llevadera al tenerlo dentro.
    
    -¿Y cuanto mide tu pene?-, le dije entre pujidos.
    
    -Lo cierto es que no lo sé. Pero mirarla metida dentro de ti, con tus nalguitas tan hermosas, tan pequeñas, hace que me siente muy bien. Tu culo está tremendamente dilatado. Si pudieras ver mi polla dentro de tu ano, tu trasero tan chiquito hace que mi polla se vea aún más grande de lo que es. Me encantas.
    
    Cierto. Eso es algo que me hace aún más atractiva. Pero lo que a mi más me gusta es que los penes se disfrutan aún más, ya que siempre los sientes aún más grandes de lo que son. Me gustan las pollas, pero la que más me gusta es la de Carlos.
    
    Muchas veces antes lo había hecho por atrás. Lo cierto es que me gusta mucho follar. Pero con esto siento que en realidad me estoy graduando como una folladora profesional. La mujer que aguante una polla ...