En los baños del centro comercial - Relatos Eróticos

En los baños del centro comercial

... comenzó a palpitar frenéticamente y mis pezones se me endurecieron a un punto que me hacían estremecer con el simple roce de mi blusa.Cuando introdujo un dedo en mi concha ya no pude más. Me despegué de su cuerpo y le tomé la mano. Comenzamos a caminar a paso rápido y casi frenético. Ni siquiera me detuve a buscar mi cartera, que había quedado en la mesa con mis dos amigas. Simplemente arrastré a ese chico al exterior, sabiendo que cruzando la calle había unos baños públicos de un centro comercial, que a esa hora seguramente nadie usaría.Entramos directamente a una cabina y comenzamos a besarnos y a acariciarnos con frenesí. Yo le comía la boca y él me estrujaba las nalgas, luego de haber levantado mi falda hasta la cintura.De un tirón me bajó la blusa, dejando al aire mis pezones endurecidos, a punto de estallar. El chico no dudó en lamerlos, provocándome gemidos de placer…Mientras tanto yo ya le masajeaba la verga dura por encima de sus pantalones. Luego le bajé la bragueta, ya casi desesperada…Entonces tuve su pija dura entre mis dedos. Estaba tiesa y caliente, con todas las venas marcadas y un hermoso glande…Yo estaba lista para que aquel recién conocido me penetrase, pero entonces se me ocurrió pedirle que me lamiera el culo. Le brillaron los ojos y me hizo girar tomándome por las caderas.Quedé de espaldas a él y me hizo apoyar las manos contra la pared. Se agachó y, luego de hacerme separar las piernas estiró mi tanga con sus dedos, despejando el acceso a mi apretada ...

... entrada anal.Estuvo un buen rato comiéndome la cola; metiendo su lengua bien adentro de mi ano. Me hizo morir de placer. Alcancé mi vulva con mis dedos y comencé a masturbarme. Me froté con tantas ganas el clítoris, que no tardé ni un minuto en acabar, aullando como una perra en celo. Exploté en un intenso orgasmo que me hizo chorrear flujo como nunca lo había sentido antes.Mi amante notó mi orgasmo, porque enseguida se incorporó y sin miramientos frotó la cabeza de su verga contra mi concha un par de veces, como queriendo mezclar mis flujos con sus líquidos.En seguida hundió sin clemencia su pija entera hasta el fondo de mi vagina. Me produjo una sensación enloquecedora. Con cada embestida las piernas y todo el cuerpo me temblaban como si estuviese experimentando una convulsión. Entonces apareció sin aviso un segundo orgasmo, el cual no pude contener y estallé en un rosario de gemidos y agudos aullidos.Ese chico notó mi éxtasis desaforado y entonces sacó su pija de mi concha; pero sin darme tiempo a nada, la dirigió directamente a mi culo. Estaba tan caliente y desesperada por una verga, que no le dije nada cuando sentí que me hundía esa cosa dura y enorme en mi estrecho ano.También él ahora resoplaba de placer; antes de que él acabara, un tercer orgasmo me hizo sacudir mi cuerpo por completo.Ya no lo pude resistir más y tuve que sacar esa verga de mi culo.Giré hacia él y caí de rodillas, para dedicarme a comer esa poronga gloriosa. De pronto me tomó por los cabellos con ...