En los baños del centro comercial - Relatos Eróticos

En los baños del centro comercial

Ese fin de semana estaba sola en casa; así que acepté la invitación de mis amigas Laura y Helena para salir a dar una vuelta por una de las discotecas de moda de la ciudad.Pedimos tragos, bailamos entre nosotras, nos pusimos al día con los chismes y nos reímos bastante mientras rechazábamos los avances de varios gavilanes jóvenes que se atrevieron a acercarse a nosotras…Esa noche se me acercaron muchos hombres. Unos con actitud arrogante; otros de manera graciosa y algunos tratando de invitarme un trago. Todos con distinta actitud, pero unidos por el factor común: todos querían solamente cogerme...Ya bastante aburrida de la situación salí a fumar un cigarrillo a una especie de terraza en ese boliche, donde se oía menos el atronador sonido de la música.Estaba muy tranquila, hasta que un tipo más joven que yo se me acercó, con la excusa de pedirme fuego. Después de revolver mi cartera, por fin pude ofrecerle mi encendedor. Entonces me preguntó si podía quedarse allí a fumar conmigo. Le dije que sí…Entonces ese pibe sacó un cigarrillo de marihuana. Me ofreció una pitada y, luego de dudar un poco, finalmente acepté.El efecto no tardó en aparecer. A los pocos minutos estábamos ambos riéndonos y conversando sobre cualquier pavada…Lo estábamos pasando muy bien y de pronto me preguntó si quería regresar a la pista a bailar un poco. Creo que fue lo mejor que se le pudo haber ocurrido. Así que enseguida estuvimos los dos en la pista de baile. El lugar estaba repleto.El chico de ...

... inmediato se pegó a mi cuerpo, comenzando a moverse con sensualidad. Nunca supe si el efecto de la hierba habrá contribuido a potencializar mi extroversión en el baile, pero yo no me quedaba atrás al mover mis caderas tampoco. Comencé a moverme lentamente, al ritmo de la música y poco a poco me fui acercando más a él. De pronto giré y le di la espalda mientras me contoneaba con mucha sensualidad.El chico no tardó un segundo en tomarme de la cintura y pegarse a mi culo. Comencé a sentir una creciente calentura y una incipiente humedad entre mis muslos.Estuve restregando mi culo contra su cuerpo, hasta sentir que comenzaba a crecer su erección de manera descontrolada.Incliné mi cabeza hacia atrás dejándole acceso para que su boca se acercara a mi cuello y entonces él comenzó a rozar con sus labios el lóbulo de mis orejas. A los pocos segundos ya estaba besando mi cuello; mientras sus manos atrevidas exploraban poco a poco mis caderas, mi abdomen, mis nalgas e incluso se aventuraba a rozar con mucha delicadeza mi pubis.Sin pensarlo dos veces giré la cara y busqué con mi boca la suya.Pronto nuestras lenguas se fundieron en un beso húmedo.Mientras yo me abandonaba con los ojos cerrados a ese momento tan erotizante; él se atrevió a deslizar una mano bajo mi falda; directamente a mi concha.Enseguida logró correr mi tanga a un costado y descubrió que yo estaba totalmente empapada allí abajo. Entonces se dedicó a rozar mi clítoris con sus dedos.La concha no me dejaba de chorrear; el ano me ...