1. Suegra desperdiciada


    Fecha: 16/05/2021, Categorías: Incesto Autor: Luigi Carlonne, Fuente: CuentoRelatos

    Mi suegra es una viuda de buen ver, 60 años, de origen campesina, blanca, muy trabajada, pero bien cuidada, 1.60 m y un cuerpo normal para su edad, aunque sus chichis son lo mejor, redondas, nada caídas, duritas, con unos pezones rosados con un pequeño botón, muy sensibles a mi lengua y a mis caricias. Yo con 45 años y todavía con ganas de coger a toda hora. Ella es Susana y yo Luis.
    
    Nuestra relación siempre ha sido buena, y aunque en 20 años de casado con su hija ya la había visto varias veces encuerada, pues sale de vacaciones con nosotros, y ella se daba cuenta, no había pasado de sonrisas, comentarios calientes y ya al final uno que otro toquecito.
    
    Pues bien hace un mes que mi esposa fue a los Estados Unidos a visitar a su hermano y le pidió de favor que se quedara con nosotros para atendernos en las mañanas, ya que mi hijo todavía estaba en clases y tenía que levantarse temprano y yo ir a trabajar un poco más tarde.
    
    Una mañana que el camión del colegio pasó por el niño, salí a despedirlo y nos encontramos mi suegra y yo en la puerta, ella con su bata y yo con shorts.
    
    -Bien -le dije- voy a bañarme, que le parece si mientras usted me arregla unos huevos y nos los desayunamos?
    
    Viéndome pícaramente me dijo:
    
    -Creo que los huevos que necesitan arreglo son otros, pues en cuatro días de no hacer nada, los has de tener de avestruz.
    
    Me sorprendí con el comentario, ya que como dije, si habíamos hablado de sexo pero siempre en plan más impersonal, pero no lo ...
    ... di a notar.
    
    -Pues sí, pero que quiere que haga suegrita, si solo una mano amiga se puede hacer cargo de ella y no me llama mucho la atención volver a los viejos tiempos, y a usted, no se le antoja hacer el favor completo? digo, no por mí, por su hija, ya ve que me atiende muy bien y se ha de sentir preocupada por saber que me la tengo que jalar diario, además creo que yo le puedo hacer un mejor desayuno.
    
    -Uh, mi hijo yo que más quisiera, pero a mis años ya no se antoja este jamón.
    
    -Nada suegrita, la verdad, yo si me la comía aunque no estuviera hambriento, ya le he dicho que tiene usted unas chichis divinas y la verdad sus nalgas no están nada despreciables, de su pucha no puedo decir nada, pues no me ha dado chance de vérsela bien.
    
    -No mientas, cuando me has visto las nalgas y las chichis?
    
    -Uh suegrita pues cuando se baña y cuando se cambia, su cuarto no cierra bien y bueno usted sabe que si la he visto.
    
    -Sí, yo también te vi el fierro la vez pasada que fuimos al mar, cuando te cogías a Susana, ( mi mujer ) en el pasillo del bunbalow, y tú te diste cuenta y adrede le pedías el chico, verdad?
    
    -Pues sí, oiga, y si para abreviar y ganar tiempo nos cogemos ahorita?
    
    -QUE ¿?? Cómo crees? Si te traigo ganas, pero no me animo a hacerle una marranada a mi hija.
    
    Me acerque a ella pensando; ahora es cuando y le puse una mano en su chichi izquierda, acariciándosela suave pero con firmeza, esperando una reacción negativa pero débil, pero solo suspiro y me dijo ...
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