El mecánico no se ocupa de mi auto - Relatos Eróticos

El mecánico no se ocupa de mi auto

... lloriqueos se mezclaron con jadeos cada vez más fuertes.“Sí…sí…sí…así…” Exclamaba totalmente entregada.El tipo embestía febrilmente, y mi concha recibía esas embestidas con desesperación, mientras mi cuerpo acompañaba sus movimientos.“Hijo de puta, me estás matando con esa verga” Lloré quejándome.“Así que ahora soy un hijo de puta?... yo te voy a dar, putita…” Me gritó él, mientras imprimía aún mucha más potencia a sus violentos embates.“Si…hijo de puta…si…así..” Seguía diciendo yo, cerrando los ojos al placer.De pronto sentí mil estrellas estallar en el interior de mi cuerpo, la concha explotando, el más intenso orgasmo inundándome como como nunca en mi vida, creí que iba a desfallecer de tanto placer y mi boca abierta no llegaba a expresar las sensaciones a las que era sometida. Podía oír mis propios jadeos e interminables quejidos.El tipo me aferró con sus garras por las caderas y mientras yo acababa aullando, escuché las palabras que me volvieron todavía más loca...“Javier, me alcanzarías el tarro de vaselina…”“No, un momento, por atrás no” Dije con un poco de miedo.Víctor me sodomizaba regularmente, pero yo no podía permitir que ese bruto me destrozara el culo sin compasión.“Voy a hacer lo que se me ocurra con este culito hermoso”. Exclamó.Al principio fue solamente un dedo jugueteando alrededor de mi estrecho ano, mientras la otra mano me sostenía con fuerza contra el coche, torciéndome mi brazo por la espalda. El dedo hizo centro en el orificio y dio tres golpecitos ...

... suaves. Unos segundos más tarde el mismo dedo retornó a mi ano, pero esta vez estaba lubricado y se coló al interior con facilidad.“No…no por favor…, por atrás no… te lo pido”. Le supliqué casi llorando.El tipo no respondió, y continuó penetrándome con su dedo, esta vez un poco más profundo mientras ahora suaves movimientos circulares hacían que el lubricante comenzara a cubrir eficazmente las paredes de mi recto.Un segundo dedo se sumó sin dificultad“Vean muchachos, justo dos dedos en este culito, como mi verga”. Les dijo a sus empleados, mientras yo sentía que mi culo ya no estaba tan cerrado.Me sentía humillada, dominada, presa de esos desconocidos y eso me llenó nuevamente de placer, ya no me resistía y los gemidos y suaves jadeos volvieron a mezclarse con mis quejas.“Nunca me cogieron por at…” No pude terminar de hablar, la verga del jefe se introdujo violentamente en mi culo, haciendo que mi boca se abriera para gritar a todo pulmón.“Me vas a decir que tu marido nunca te hizo el culito, nena?”.Yo no pude responder, el placer era supremo, las sensaciones eran increíbles. Una sonora palmada sobre mis nalgas sumó aún más placer.“Vas a contestarme perra, nadie te rompió el culo antes?” Me gritó.“No…nunca”. Suspiré mintiendo mientras me invadía otra ola de gozo.“Quiero que te muevas para mí, como hacen las putas” Me ordenó él, mientras se quedaba inmóvil y me acariciaba suavemente las nalgas.Comencé muy despacio a mover mis caderas hacia adelante y atrás, pero el placer y el ...