1. El mecánico no se ocupa de mi auto


    Fecha: 03/05/2021, Categorías: Anal Sexo con Maduras Hardcore, Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... hombre insistió y además yo no me resistí demasiado.De repente surgió en mi mente excitada el morbo de ser sometida por tres desconocidos y me sumergí en una excitación realmente increíble.Con la otra mano el tipo me indicó que me agachara y yo le obedecí sin chistar. Antes de que realmente tomara conciencia de lo que estaba sucediendo, me encontré con la boca llena con la pija de un completo desconocido. Mi lengua comenzó a recorrer esa verga endurecida como si fuera una golosina.Los dos empleados se quisieron sumar a la acción, pero cuando amagaron acercarse, el jefe les indicó que permanecieran quietos.“Esta perra es mía, si se portan bien después les convido un poco” Dijo.Los tipos aceptaron y muy a su pesar permanecieron sólo observando.A esta altura comencé a acariciar los testículos del tipo, sin duda eran más pesados que los de mi esposo, y si bien la verga no parecía mucho más larga, era más gruesa y las venas se notaban mucho más, lo que le daba una apariencia más voluminosa, masiva, agresiva.Sentí que el tipo me tomaba por la nuca, dominando mis movimientos, lo que hizo que me entregara aún más, dejando que me introdujera la verga hasta el fondo en mi ya dolorida boca.“Y con esta boquita decís mamá?” Dijo el jefe entre risotadas.Yo asentí también sonriendo, con la boca llena, me sentía una puta…El tipo me levantó de repente por los hombros, haciéndome volcar sobre el capot de mi propio coche, mis tetas apoyadas contra la tapa del motor.“Querías verga, nena?... ...
    ... yo te la voy a dar” Dijo él, muy agresivamente.Giré mi cara hacia él, mientras veía que el tipo me subía la falda hasta la cintura, para dejar al descubierto mi culo solamente cubierto por una diminuta tanga negra bien metida entre mis redondeadas nalgas.“Miren qué rico bomboncito me voy a comer” Les dijo a sus empleados.El primer contacto fue brusco, la rígida verga hizo una fuerte presión entre mis piernas, sobre mi raja bien humedecida, todavía con la tanga puesta.“Esto es lo que querías, pedazo de putita calentona?” Me preguntó el tipo.“Sí…” Admití cerrando los ojos por el placer que empezaba a inundarme.Con violencia y sin ningún tipo de cuidado, el jefe dio un soberbio tirón a mi fina tanga negra que se rompió fácilmente, cayendo al suelo al igual que cualquier tipo de límite que yo pudiera llegar a tener dentro de mi mente.La penetración fue rápida y eficaz, pues me arrancó un sonoro aullido, ya que a pesar de sentir mi concha bien lubricada, su pija era bastante gruesa. Mis manos buscaban inútilmente aferrarse a la chapa del coche.“Más despacio, por favor, me duele mucho así” Le rogué casi lagrimeando.“No creo que te duela, esta concha está bastante usada” Gritó el tipo, mientras sus movimientos se hacían cada vez más profundos y veloces.Me encontraba sometida en un taller sucio, por un perfecto desconocido, mientras otros dos cómplices disfrutaban mirando todo. Ello me hizo sentir empujada por una fuerza inmensa al placer del orgasmo y rápidamente mis quejidos y ...