1. Relato erótico de maduras: Mi joven vecino me folla


    Fecha: 28/04/2021, Categorías: Infidelidad Autor: micaardns, Fuente: CuentoRelatos

    ... en mis intestinos.
    
    El dolor seguía y mi excitación se paralizó por momentos. Sin embargo, a los pocos segundos y a medida que él empezó a moverse de atrás a adelante, sentí un calor, una quemazón enorme en mi ano al tiempo que una sensación de cosquilleo como nunca antes había sentido, Carlos empezó a bombearme el culo, y como si algo extraño hubiera de repente explotado dentro de mí, empecé a sentir mucho gusto, y sobre todo, ganas de que siguiera y lo hiciera más y más rápido, pues a medida en que me follaba, aquella sensación nueva para mí iba en aumento, mi vecino se estaba prácticamente volviendo loco, me follaba y me follaba el culo sin compasión, importándole una puta mierda lo que yo pudiera estar sintiendo, el sólo parecía interesado en horadarme, en taladrarme el culo con su enorme nabo, al tiempo que me cogía las tetas.
    
    Cuando él percibió que a mí la maniobra empezaba a hacerme efecto, imprimió todavía mayor aceleración a sus vaivenes y en ese estado, pasados apenas dos minutos noté el orgasmo, el orgasmo más intenso que jamás había sentido.
    
    Lo que yo sentí ese día con la polla de mi vecino empalada en mi culo no lo había sentido nunca antes en toda mi vida, el ...
    ... percatándose de mi situación, terminó de imprimir más fuerza a sus embestidas y al final nos corrimos los dos juntos a gritos y como locos, os juro que jamás en mi vida había sentido nada igual, el culo me ardía de calor y de dolor, pero el placer había sido inmenso.
    
    Carlos me sacó la polla y la tenía algo manchada de sangre, sin duda su follada había sido en extremo salvaje y mi culo virgen y estrecho no estaba preparado para recibir semejante pedazo de rabo y con unas embestidas como las que aquel cerdo me metió. Yo me di la vuelta y me subí las bragas como pude absolutamente zombi, estaba mareada e ida con una sensación de cansancio total. El culo me dolía horrores, me senté en la silla como pude y mi vecino empapado en sudor se sentó a mi lado.
    
    "Ha estado bien verdad que si Susanita, mis padres no vienen hasta mañana por la noche y tu esposo y tu hijo tampoco así que aun te quedan algunas folladas que soportar jodida putilla".
    
    No le dije nada, solo podía mirarle, era un cerdo, un hijo de puta, pero aquel cabrón me había follado como nunca antes lo había hecho nadie, me había hecho sentir tanto placer como nadie me había hecho sentir jamás.
    
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