1. MEMORIAS LESBICAS 2


    Fecha: 05/04/2021, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    El problema era que ninguno me interesaba, como mencioné en mi relato anterior, en un tiempo decidí darle una oportunidad a los chicos, pero aquello no avanzó en ningún sentido, los hombres incluso me repugnaban, pero no era yo una castradora, me hice muy amiga de algunos buenos muchachos (incluido un gay, él no lo aceptaba pero yo sabía bien su verdad), sin embargo la mayoría se me acercaban con aires de galanes o buscando algo más que una amistad No quiero cansar a los lectores contando lo duro que me las vi rehuyéndoles, un maestro incluso me hizo serias insinuaciones, y es que pese a todo, la homosexualidad aún era un tabú en esas épocas, la sociedad americana no estaba tan abierta a esos temas, al menos no como es en la actualidad, por lo que yo no podía hacer gala de mi lesbianismo tan descaradamente, acepté salir con algunos chicos o amigos solo para guardar las apariencias, pero esas citas no terminaban ni siquiera con un beso en las mejilla Poco a poco, conforme fui creciendo me di cuenta que el tema de mi lesbianismo no era nada fácil de asimilar, tenía que andar con cuidado, el tema social empezó a ejercer presión en mí, no era para nada como viven su homosexualidad las lesbianas jóvenes de hoy en día, que lo hacen de manera abierta sin que les importe lo que hablen de ellas, y me di cuenta que seducir o tener sexo con otras chicas no sería nada sencillo yo ya había probado las mieles del placer y necesitaba volver a vivir esa experiencia, necesitaba urgentemente ...
    ... de una mujer, después de miss Emily, solo volví a acostarme con otras dos chicas, y eso fue después que cumplí los 13 años y aunque ese par de folladas no fueron del todo satisfactorias, reafirmaron de manera contundente mi lesbianismo, y me dieron una falsa sensación de confianza en mí misma, creía que sería sencillo llevar a mi cama a cuanta mujer yo deseara, pero a partir de ese par de experiencias, no volví a tener suerte, las chicas que fui conociendo paulatinamente simplemente no daban motivo para que yo pudiera hacer mi jugada, no hubo ninguna que me diera alguna esperanza u oportunidad en la clase de gimnasia creía volverme loca, todas salían con sus diminutos shorts mostrando unos culitos bellísimos y unas tremendas piernas, pero yo tenía que disimular, afortunadamente en esa época mi escuela no tenía duchas, si no quien sabe que estupidez hubiera cometido, lo único que a veces podía hacer era correr a los baños y hacerme una rápida paja para bajar la calentura, en otras cuantas ocasiones (no muchas dadas las circunstancias) pude chupar y lamer rápidamente las bragas de algunas de ellas corriendo enormes riesgos de que me atraparan y cuando cumplí los 16 años, todo empeoró, mis hormonas estaban a punto de explotar y los chicos no ayudaban, no faltaba el muchacho que cada semana me invitara a salir por lo que aquella, digamos "doble" vida me hizo las cosas más difíciles, afortunadamente mi promiscuidad me ayudó a no enamorarme de alguna amiga o compañera, como dije ...
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