1. Sácatela


    Fecha: 02/04/2021, Categorías: Sexo con Maduras Autor: txuso, Fuente: CuentoRelatos

    ... encendido. Después desabroché el pantalón.
    
    —Esta postura es muy incómoda. —Dije poniéndome de pie. —Ven.
    
    La cogí de la mano y la llevé hasta el sillón. Me Bajé los pantalones hasta las rodillas y me senté aún con los calzoncillos puestos. Se notaba la erección, era imposible de disimular. Le pedí que se sentara en el brazo del sillón y así lo hizo. Se bajó los tirantes del vestido, que ya era un cinturón, porque se arrollaba todo en su cintura, y se quitó el sujetador, dejándome ver sus bonitas tetas y sus bragas.
    
    —Saca el arma pistolero. —Inquirió con voz pícara mientras se pasaba la mano por el coño, sobre las bragas.
    
    Agarré el calzoncillo y lo bajé hasta donde estaban los pantalones.
    
    —Quítatelos y deja tus piernas libres.
    
    Obedecí. Me quité las botas y me desnudé de cintura para abajo. Mi polla quedaba en el aire, completamente erecta.
    
    —Acaríciatela. —Me ordenó.
    
    La cogí y comencé a manosearla de arriba a abajo. Siempre me había gustado tocármela, aunque la sensación de hacerlo para Elia me resultaba extraña, pero ya estaba entregado a la causa. Nos habíamos besado, tonteado mucho, incluso cambiado en el mismo espacio con alguna broma jugosa, pero no habíamos llegado nunca a este punto. Ella miraba como me la cascaba lentamente mientras se acariciaba el coño aún por encima de las bragas.
    
    —Me gusta tu polla, tenía razón Isa, es bonita.
    
    —Gracias. A ella también le gustas tú, me lo está diciendo, ¿no la oyes?
    
    —Sí, pero quiero verla contigo, hoy ...
    ... quiero que sea así.
    
    Empecé a frotarme más rápido.
    
    —Así, dale fuerte para mí. —Dijo mientras se ladeaba las bragas y me mostraba el coño húmedo, tocándoselo para motivarme.
    
    —¿Te gusta lo que ves?
    
    —Mucho. Tendré que frecuentarlo algún día no lejano. Me apetece.
    
    Estaba siendo engullido por el momento y no podía pensar en nada más.
    
    —A veces me toco pensando en aquella vez que estuviste mirando cómo me follaba a Charly.
    
    Al oír esto paré.
    
    —¿Cómo?
    
    Ella rio mientras seguía acariciándose.
    
    —¿Crees que no me di cuenta? ¿Por qué crees que hice tantas posturas? No pares.
    
    No supe que decir, fue una casualidad, salí por el pasillo hacia el baño y al pasar por la puerta de su habitación estaba abierta y los vi. Me quedé hasta el final viéndola follar desde el quicio de la puerta.
    
    Seguí agitándomela y ella se puso de pie frente a mí, facilitándome la vista. Se arrodilló entre mis piernas.
    
    —Me gusta la cara que pones, estás guapo cabrón.
    
    Me pasó las manos por los muslos hacia arriba, colocó la cabeza sobre mi polla y me dijo que me detuviera. Cuando lo hice dejó caer saliva sobre mi glande.
    
    —Sigue. —Inquirió.
    
    Siguió tocándose y observándome.
    
    —No voy a tardar mucho. —Dije.
    
    Ella me levantó la camiseta.
    
    —Correte, quiero ver como explotas.
    
    Aceleré el ritmo y unos segundos después eyaculé sobre mi abdomen ante su mirada. Ella acercó la mano derecha, cogió un poco de semen y se lo llevo al coño para masturbarse. Había agilizado el ritmo y ...