1. De chico a puta: Me gusta chupar penes


    Fecha: 05/03/2021, Categorías: Sexo Oral Autor: Tugatito, Fuente: CuentoRelatos

    ... quedó en un beso.
    
    Los toqueteos se sucedían, él acariciaba mi torso, mi culo, mi entrepierna. Yo me limitaba a colocar mis manos sobre sus caderas, al tiempo que sentía debido a nuestra cercanía como él se empalmaba. Otro paso más. La primera vez que un hombre sufre una erección por mi culpa. Él se excitó aún más, algo que notaba por como apretaba sus manos en mi culo y la intensidad de la respiración. Hasta que, al fin, me condujo al baño. Lo que narro a continuación es algo que pasó tan rápido…
    
    Fuimos de la mano atravesando la sala hasta que llegamos a los baños, pequeños compartimentos separados, estrechos, y con un olor no muy agradable. Todos ellos ocupados. En los dos o tres que había aparte del nuestro se podían oír gemidos, gritos, y golpes contra la madera de las puertas. Él y yo, guiado por sus ansias, entramos rápidamente en el baño, cerrando la puerta con pestillo, un pequeño habitáculo con un lavabo y un inodoro. No pude hacer nada. Por primera vez, estaba siendo utilizada para calmar la ansiedad de un hombre, era su hembra. Me tocaba, manoseaba, besaba, lamía mi cuello. Bruscamente me colocó mirando hacia el lavabo, en el cual yo apoyé mis manos, el comenzó a azotarme con fuertes palmadas en el culo, a besar mi cuello desde detrás, y a meter la mano dentro de mi pantalón, por detrás agarrando y tirando de mi tanga, y por delante, masajeando mi pequeño pene.
    
    Hasta que su pene gritó que necesitaba salir. Desabrochó su cinturón, y bajando sus pantalones ...
    ... hasta las rodillas, dejó al aire su gran tesoro. Allí estaba la carne que me quería dar, su gran tesoro, el orgullo de todo macho. Yo instintivamente me senté en el inodoro y lo contemplé. No era el pene más grande que había visto (cuando digo visto me refiero a ver en porno), pero sí era de un gran groso. Él estaba sin depilar, por lo que tenía una gran cantidad de pelo negro y grueso en la base. Tenía un poco de fimosis, por lo que había gran cantidad de piel en su prepucio.
    
    -Sentada no, ponte de cuclillas mejor perrita.
    
    Me dijo guiándome hasta el suelo, donde como él quería me coloqué de cuclillas. Allí estaba yo, de cuclillas, con un pene delante de la calla. De él se desprendía un fuerte e intenso olor, un olor que nunca había sentido, agrio. Sin demorarse, las manos fueron a mi cabeza, y automáticamente, mi boca se abrió.
    
    Me metió la polla en la boca.
    
    He de reconocerlo, no sabía chuparla. No sabía qué hacer con la lengua, dónde lamer, ni siquiera sabía muy bien como respirar. Yo sólo, comencé a mover la cabeza.
    
    Le estaba chupando la polla a un hombre.
    
    Él movía sus caderas, mi cabeza empujando contrae él. Yo solo ponía la boca y me mantenía de cuclillas. Me estaba follando la boca. Estaba caliente, sentía el calor de su pene en mi lengua, y a pesar de lo dura que estaba, era agradable y suave la sensación de su gruesa piel. Me estaba gustando.
    
    No duró mucho, apenas unos minutos. Sus jadeos eran constantes y estaba resignado a recibir su descarga de un ...