1. Diario de mi sumisa D -2- (segunda parte)


    Fecha: 23/02/2021, Categorías: Anal Autor: pablodf1977, Fuente: CuentoRelatos

    ... estaba en el pie de cama, entonces espose sus muñecas y le amarre las manos sujetándolas por encima de su cabeza y colgando de la cama los brazos, después con la argolla que tienen las correas, sujete sus tobillos a la misma cuerda haciendo que su pierna quedara levantada y abierta, pase la cuerda por debajo de la cama e hice lo mismo con la correa del otro tobillo.
    
    Estando en la posición que había deseado, tome algunas fotos y la deje un rato mientras la contemplaba, ella daba algunos gemidos, pero sabía perfectamente que estaría así hasta que yo lo deseara, pasando algunos mi minutos me levante, me acerque para soltar sus piernas, una vez libres me desnude, me coloque entre sus piernas cansadas, la contemple aun amordazada y con las muñecas bien sujetas, en le abrí las piernas lo más que me fue posible y haciendo a un lado la correa empecé a penetrarla con fuerza, ella empezó a gemir mientras yo disfrutaba a mi antojo de su cuerpo.
    
    Me observaba en el espejo mientras la penetraba, y le decía:
    
    —así es como estarás siempre perra, completamente dispuesta a lo que se me antoje —ella continuaba gimiendo mientras seguía penetrándola, en ese momento observe las pinzas en los senos, agarre la que tenía en el pezón derecho y en el momento en que empuje con fuerza, arranque la pinza, mientras ella soltaba un quejido.
    
    Continuaba penetrándola y arrancando las pinzas con calma, de una en una, cuando termine de arrancarlas me detuve, saque mi verga, me levante, la desate, ...
    ... también desate su tanga que sostenía la correa, cuando termine de desatarla le quite el gag, ella jadeaba y me observaba mientras le decía:
    
    —ya sabes tú lugar mientras no te uso perra.
    
    De inmediato respondió:
    
    —si amo —se fue a colocar en el rincón a 4 patas y permaneció hincada.
    
    Me senté en una silla que tenía la habitación, en ese momento mire las cervezas, le ordene:
    
    —tráeme un par de cervezas perra.
    
    —de inmediato amo —respondió mientras iba en 4 patas hasta la bolsa que tenía las latas, cuando llego ahí se quedó inmóvil, después de unos segundos volteo a verme, comprendí que no sabía cómo llevármelas, ya que le había ordenado estar siempre a 4 patas mientras no le ordenara otra cosa.
    
    En ese momento le dije:
    
    —levántate, tráelas aquí, abre una e híncate.
    
    Se levantaba mientras respondía:
    
    —si amo —hizo justo como se lo ordene, al llegar permaneció hincada.
    
    Después de descansar un par de minutos le tomé las manos y las puse sobre su cabeza.
    
    —así sostendrás mis bebidas, perra, ya sabes lo que pasara si la derramas y estarás en esta posición siempre que se me antoje —tomé la cerveza y ella permaneció con las manos levantadas, cuando di un par de tragos la puse de nuevo en sus manos.
    
    Mientras ella sostenía mi bebida decidí de que empezara a hacer otras cosas, así que le ordené:
    
    —ahora perra sin dejar de sostener mi cerveza, empezaras a mamarme la verga, cuando te lo ordene, la lamerás hasta los huevos, está claro puta.
    
    Sin levantar la vista ...