1. Companeros de piso


    Fecha: 02/02/2021, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Marta y yo éramos compañeros de un piso de estudiante cuando íbamos a la Universidad. Nos llevábamos bastante bien, cada uno iba a su bola, algo que a mí personalmente me gustaba, ya que soy de esos que les gusta tener un poco de independencia y que por estar en una misma habitación, tengo que estar llevando una conversación con la persona que esté en ella. Nos conocíamos y nos respetábamos, y eso estaba muy bien. También estaba genial que cada uno tenía sus propias tareas, y llevábamos las tareas de nuestro hogar temporal de una manera correcta. No nos gustaba que aquello fuese una pocilga, pero tampoco pasábamos mucho tiempo arreglándola, por lo que, nos sentíamos a gusto.
    
    En el tema sexual, de la misma manera, cada uno iba a lo suyo y se sentía libre de traer al piso a cualquier conquista de la noche o del momento, y bien es cierto que, antes de lo que os voy a contar, llevamos ambos algunos amores que acabaron en la cama, pero no pasó de ahí, pues durante nuestros años de Universidad queríamos centrarnos en los estudios, y claro está, en desfogarnos alguna que otra vez. ¿Si os estáis preguntando si alguna vez habíamos tenido sexo ella y yo?, la verdad que no, estábamos acostumbrados ya a vernos pasear en bóxer o en sujetador y bragas por la casa, pero no nos habíamos acostado nunca. Nunca había salido la conversación, pero ambos sabíamos que, un polvo entre los dos, una noche de borrachera podía ser fatídica, ya que, de producirse este encontronazo, podía modificar ...
    ... bastante lo que ocurriese dentro del piso, y no queríamos que esto se diese, por lo que, en el campo sexual, preferíamos correr un tupido velo y dejarlo correr, corriéndonos con otras personas.
    
    La cuestión es que, una tarde la notaba nerviosa, algo que pocas veces le ocurría, pues es una persona muy activa, muy directa cuando quería serlo, y esto era algo que me gustaba, pero estaba siendo muy esquiva en los últimos días y me preocupaba, como compañera de piso, y como amiga que había conseguido ser. En el almuerzo le pregunté que qué le pasaba y en qué la podía ayudar. Ella me comentó que hacía tiempo que conocía a un chaval, que le estaba “haciendo tilín” y que iba a tener una cita con él esa noche. Nosotros por lo general, teníamos la norma de no cambiar los planes de nadie, por nadie, es decir, si yo tenía una cita con una chavala, ella se quedaba en su habitación o simplemente estaba con nosotros y de la misma manera, al contrario, algo que nos hacía ver que seguíamos teniendo control sobre el sitio donde vivíamos, y no teníamos que echar a nadie mientras ocurriese la cita. Ella me comentó que tenía pensado hacer una cena especial, con una macedonia hecha con fruta súper afrodisíaca y también comprar algo de vino y otros alimentos que despertasen el apetito sexual. Parece ser que Marta quería llevar a la cama sí o sí al chico con el que había quedado. Me dijo que sobre las nueve de la noche llegaría, pero cuando estuvo acercándose la hora, me dijo que este chico le había ...
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