1. Y de regalo una esclava (2) Mi venganza


    Fecha: 20/01/2021, Categorías: Infidelidad Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... través de su abogado. ¡Que se gaste el maldito dinero que se quedó! Si vuelve, no le abras la puerta. Ni le hables.
    
    Mi ataque de ira había vuelto, solo que más fuerte.
    
    -Sí, amo. Lo que tú digas.
    
    -Vamos a la cama. Necesito relajarme. –Dije mientras me dirigía al dormitorio desnudándome y mascullando por el camino.
    
    Al contrario que otras veces, esta vez no fue un sexo amable. Fue una relación brutal, más encaminada a satisfacer mi ira que a obtener placer.
    
    Me acosté sobre la cama. La erección se me había bajado, por lo que le dije de modo imperativo:
    
    -¡Vuelve a ponerme a tono!
    
    Ella subió a gatas a la cama por el otro lado y se puso a chupármela. Arrodillada a mi lado, con el culo en pompa, no pude resistir la tentación de darle azotes con la mano.
    
    -Chupa, puta. Y hazlo bien.
    
    No sé porqué, pero me estaba costando más que de costumbre. Pero Habiba se había hecho una experta y pronto la tuve como una piedra.
    
    Me incorporé y la giré para colocarme a su espalda, dejándola a cuatro patas y se la clavé directamente en el coño. Estaba algo excitada y con la polla bien ensalivada le entro sin problemas. Un gemido, más de molestia que de placer, acompañó ...
    ... mi penetración.
    
    Seguí dándole duro. Se la metía hasta el fondo para sacarla toda, volviéndola a meter con fuerza hasta que mi pelvis chocaba con su culo. Cuando se la sacaba, palmeaba los cachetes duramente.
    
    Ella gemía con fuerza. Yo pensaba que la estaba lastimando, que era lo que pretendía para satisfacer mi venganza y calmar mi ira con ella, pero resultó que estaba disfrutando como nunca, como me diría más tarde.
    
    Con el culo totalmente rojo y dos orgasmos a su favor, se la saqué del coño y se la metí directamente por el ano.
    
    Su gemido coincidió con su nuevo orgasmo y mi creencia de que le había hecho realmente mucho daño.
    
    Después de un buen rato follándole el culo, una monumental corrida que me dejó sin fuerzas, llenó su recto.
    
    Caí rendido a su lado. Ella se abrazó a mí, puso su mejilla en mi pecho y nos quedamos dormidos.
    
    Mis sueños estuvieron repletos de escenas vividas con mi ex. Mi cabeza se llenó de todas las vivencias que recordaba de lo que me había hecho, como ya os conté…
    
    He vuelto a mirar lo que conté y he visto que no os dije nada, Si me perdonáis, os contaré un poco mi vida.
    
    Aunque… Como es un poco largo, mejor os lo cuento otro día. 
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