1. Rozando a mi Madre


    Fecha: 13/01/2021, Categorías: Sexo con Maduras Tabú Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... escucho entrar al baño y encender la ducha, cuando en eso aparece mi madre corriendo, me planta un beso de aquellos y me dice “no hay toallas en el baño”. Acto seguido se sube la camisa de dormir y no llevaba bragas. Tiró mi pijama dejando mi pene al aire (aun en reposo) se bajó los tirantes y liberó sus hermosos senos. Al verlos salir, rebotar, y tomar su forma libres, con sus pezones apuntando hacia mi, mi pene reaccionó de inmediato; duro como fierro quedó en cosa de segundos. Ella se sentó sobre mí, colocando sus deliciosas masas en mi cara y acomodando mi herramienta en su sexo. Para clavarsela de una hasta el fondo.Tenemos unos minutos, amaneci muy caliente recordando lo que hicimos en el auto ayer.Ahh.. - dije al sacarme uno de sus nipples de la boca, sin poder armar una frase coherente.Uuuuyyy como me encanta eso… rico rico… dale dale… hasta el fondo.Sus movimientos eran frenéticos, desesperados.Que rico te mueves mamá, me encanta tu culazo rebotando encima mio - la tenia bien agarrada de las nalgas, ya coordinandonos en una secuencia amatoria.Siiii siii siiiiQue tetas - las chupaba, mordía y lamia a gusto.Ella cambió sus movimientos buscando penetraciones más profundas, que tanto le encantaban. Yo la tome de los hombros con mis manos, para atraerla con más fuerza cada vez que bajaba. En cada empalada la presionaba aún más abajo para sentir su tope, me encantaba la idea de llenarla, de abrirla completa. En eso, después de varias penetraciones, ella tensó su cuerpo, ...
    ... echando su cabeza hacia atrás y liberando un gemido de eso desgarradillos, supe que se vino. Relajo su cuerpo y nos besamos apasionadamente. Yo aun con mis manos en su culo y sus tetas pegadas a mi pecho; seguía moviéndose en un ritmo continuo buscando ahora mi orgasmo.De la nada se paro, para agacharse entre mis piernas y comenzar con una de las mejores mamadas que me han hecho en la vida, yo solo me apoye en el respaldo de la silla del comedor, sala ara dejarme querer. Mamaba como experta, me miraba a los ojos mientras se engullía mi verga como la mejor de las putas, su lengua recorría mi glande, el frenillo y toda la parte inferior de mi falo, como si fuera el mejor de los helados; con su mano izquierda tironeaba mi escroto, entre mis bolas, y mantenía mi forro atrás. No había sentido lo relajante que era que jugaran con mi escroto mientras te mamaban. Ella trataba a mi verga con cariño y deseo, adoraba mi barra de carne, como si fuera el mejor de los manjares. En eso centró sus movimientos en solo subir y bajar, llegaba a tenerlo casi todo adentro, en movimientos rápidos y continuos, sin descanso chupaba y chupaba. Con los ojos cerrados y sus manos en mis caderas a para hacer mayor fuerza para el movimiento. Yo estaba pronto a acabar. Sentia muchas cosquillas, hormigueo en mis bolas, y ella seguía con su brutal mamada, sin dar tregua. Movía mis piernas como actos reflejos antes tanta estimulación. En cualquier momento explotaría. La dije “voy a acabar” y no se inmuto. Solo ...