1. Déjame ser yo (resto del relato)


    Fecha: 09/01/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: wastedLalo, Fuente: SexoSinTabues

    ... inspiración para su placer pero en clara competencia con su adorada esposa e incluso con Sarah y Kendo , que parecían disfrutar diseñando crueles castigos para los esclavos sólo por ver desaparecer al tío Gamaliel con un hinchado bulto en sus pantalones y seguido de Argenis en cuya boca se aliviaría. ―Vamos Bryant . me apetece hacer la siesta – le dijo tocándole con la punta del pie en la cara a lo que el esclavo reaccionó besándolo y poniéndose a cuatro patas para seguir a su dueña hasta sus aposentos. Hacía un año desde que le habían extirpado los testículos . nitza , que solía evitar presenciar la ejecución de castigos extremos, se impuso estar junto a su esclavo en el momento en que perdiera su hombría. No lo soportó y tuvo que abandonar el chamizo donde se llevó a cabo la bárbara mutilación. A pesar de que le habían cauterizado rápidamente el muñón con rescoldos al rojo vivo, Bryant perdió mucha sangre. Nitza fue a verlo en varias ocasiones Finalmente. Al cabo de tres angustiosas semanas se hallaba fuera de peligro. La señorita nitza cuando vio que estaba consciente decidió que ya podía volver a trabajar para ella. Ni que lo hubiera amenazado con las más espantosas torturas, Bryant no habría podido hacer otra cosa que permanecer echado, aovillado, a los pies de su dueña. Por suerte para él, nitza no quería nada más. La joven ama se conformaba teniendo a Bryant a sus pies y no le reclamaba más atenciones que besárselos. Dos meses después Bryant podía hacer algún ...
    ... esfuerzo sin que sangrara y sin que sintiera un apabullante dolor. Seguía sintiendo dolor de manera periódica pero podía soportarlo. Lo peor fue que a partir del noveno mes comenzó a volver a sentir deseo sexual. Una tarde, mientras besaba las plantas de los pies de nitza que dormía la siesta en su cama, Bryant experimentó una erección. El pene no se lo habían amputado y ahora respondía a un estímulo que antaño era el que más lo excitaba: el tacto, el olor y el sabor de los pies de su ama, dueña y señora. La erección lo dobló de dolor, era como si los testículos que no tenía se pusieran a trabajar y Bryant sintió un angustioso dolor. La erección le duró unos minutos. No le dijo nada a su ama y cuando ésta lo hacía permanecer echado a sus pies él se ponía en posición fetal porque de esta manera controlaba mejor el dolor de una más que probable y dolorosa erección que cada vez duraba más tiempo. Ahora, un año después desde la extirpación, mientras besaba los pies de nitza que dormía plácidamente la siesta, Bryant sintió su miembro endurecido sin que el terrible dolor terminara con la erección. Nitza se despertó y vio que su esclavo no estaba besándole los pies como le había ordenado. Por el contrario se hallaba de rodillas y se miraba absorto entre las piernas. En una primera reacción pensó en castigar la insolencia del esclavo por haber desobedecido sus órdenes pero se contuvo y poniéndose a gatas sobre la cama se acercó, sin que Bryant se percatara, al extremo inferior. Miró allí ...