1. El caliente embarazo de Rosa


    Fecha: 09/01/2021, Categorías: Confesiones Autor: xavimysk, Fuente: CuentoRelatos

    ... tallo.
    
    Marga comenzó a apretarse con intensidad contra el sexo de Rosa y a contonear sus caderas haciendo que el pepino se deslizase en el interior de ambas arrancándoles gemidos de placer.
    
    -Umm, sí nena no te pares, fóllame así, que rico, lo necesito.
    
    Rosa se acariciaba las tetas y pellizcaba los prominentes pezones mientras intentaba tomar aire con la boca abierta y con los ojos cerrados se concentraba en la follada que su hermana la estaba dando. Marga se retorcía entre los muslos de la embazada y se abrazaba con fuerza a esta besándole, casi mordiéndole, en la pantorrilla.
    
    Durante varios minutos ambas hermanas se retorcieron en pleno contacto mutuo. La atmosfera de la habitación se llenó de gemidos y olor a sexo mientras ambas buscaban con ahínco un orgasmo compartido con el que calmar su calentura.
    
    -Sigue mi niña, sigue me estas matando de gusto, sigue que estoy a punto de correrme. Consiguió decir Rosa entre gemidos.
    
    -Vamos Tata, córrete conmigo, córrete con tu hermanita pequeña para que sepas lo que es correrse a gusto.
    
    Marga se clavaba cada vez con más fuerza contra el coño de Rosa hasta que esta anunció entre suspiros que estaba llegando al ...
    ... orgasmo.
    
    -Ayyy, que me corro, que me corro niña.
    
    Con un último empellón Marga apretó su sexo contra el de su hermana y así, coño contra coño, ambas se corrieron cerrando los ojos y abriendo sus bocas dejando escapar gemidos de placer. Las contracciones de ambas abrazaban aquel improvisado y ecológico doble consolador y una mezcla de flujos se deslizó entre sus muslos apagando el fuego que las abrasaba.
    
    Poco a poco sus cuerpos se fueron relajando y sus agitadas respiraciones recobraron el ritmo normal mientras ambas seguían aún unidas por un único falo.
    
    Rosa ronroneaba como una gatita satisfecha a la que su amo acaricia.
    
    Marga se abrazó dulcemente a la pierna de su hermana con una relajada sonrisa en los labios y los ojos cerrados. Dispuesta a descansar durante un buen rato y en un estado de relax absoluto pronunció entonces las palabras que desencadenarían en la cabeza de su hermana un nuevo terremoto.
    
    -Umm. ¡Que gustazo! Verás cuando se lo cuente a mamá.
    
    Rosa abrió los ojos de par en par y en sus oídos quedaron zumbando las últimas palabras de su hermana. Mientras, esta simplemente suspiraba pareciendo sumergirse en un dulce estado de somnolencia.
    
    FIN 
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