1. Mi Enfermera Favorita


    Fecha: 09/01/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Esta historia comenzó en 1996, aunque los orígenes exactos ya se empiezan a perder en mi memoria. Yo trabajaba en una clínica de nivel básico de atención y había una enfermera, particularmente simpática y quien, siendo muy bonita, no era la mujer más hermosa del mundo, pero para mi gusto era supremamente atractiva. Si ella lee esta historia hoy en día, es probable que le haga algunos cambios, pero serán más de forma que de fondo, ya que la sustancia de lo sucedido no se perderá jamás. Por todo esto, trataré de ser lo más apegado a la realidad posible.
    
    Con ella, a quien por respeto y confidencialidad llamaré Luisa, empezó una relación muy bonita de amistad, que se fue fortaleciendo con el pasar de los meses en la clínica. Se encargó de que me sintiera cómodo y de comentarme, sin ánimo de chisme, cómo eran cada uno de los personajes que trabajaban en la clínica, con el fin de que yo me acostumbrara a mi nuevo trabajo mucho más rápido.
    
    Nuestras conversaciones se hicieron cada vez más frecuentes y de temas más variados. Ya sé que suena repetido, ya que en muchos relatos se cuentan este tipo de cosas, pero debo ser estricto con la realidad y eso fue lo que sucedió.
    
    Una tarde, a eso de las 18:30, cuando ya casi estábamos terminando el turno, y hablando de no se qué, acabamos hablando de ropa interior. No me acuerdo cómo llegamos a ese tema, pero sé que llegamos. De buenas a primeras, yo le dije que le apostaba a que ella no se atrevía a soltarme el cinturón y bajarme los ...
    ... pantalones para ver mis calzoncillos. Con la picardía que estaba reinando en el momento, a ninguno de los dos le pareció demasiado atravesada la propuesta, aunque al principio se tomó a broma.
    
    Cuando ya eran las 19:y pico, y yo estaba en mi consultorio alistándome para irme, ella llegó, para preguntarme si la podía llevar a su casa, o algo así. Yo le respondí que con mucho gusto. Ella entró al consultorio y creo que fui yo quien volvió a meter el tema de la broma con la que nos estábamos jugando unos minutos antes. Ella me dijo que era capaz de demostrármelo ahí mismo.
    
    Cerré la puerta del consultorio con seguro y me senté en la camilla, poniendo cara de suspenso y retándola a que lo hiciera. Consciente o inconscientemente quería que lo hiciera...... y que llegara a algo más.
    
    Hago una pausa para describirnos. Ella es bajita, de aproximadamente 1.55 m., con unas nalgas espectaculares y unas piernas hermosas. Su cintura está bien marcada y tiene unos pechos no muy grandes, pero deliciosos. Su cara angelical completa el conjunto que, además de muy bien proporcionado, es muy bonito, por lo cual era más bien difícil no fijarse en Luisa. Yo soy alto (1.83m) de contextura gruesa (más bien gordito), no es por presumir, pero me han dicho que soy guapo de cara y que tengo buenas piernas. Mi pene es de tamaño y grosor promedios. No voy a decir que es un monstruo de 25 cm ni nada de eso. Ninguno de los dos le había sido infiel a su pareja hasta ese momento, y creo que tampoco ha ...
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