1. Mi notebook y mi adicción al Chat


    Fecha: 09/01/2021, Categorías: Zoofilia Autor: Key-Q, Fuente: SexoSinTabues

    ... favor, por favor, es que nunca he visto algo así!" me suplicó, pero yo le puse cara de extrañada sin salirme aún de esa posición, y el replicó "¡No creo que te haga daño y si es tu perro te hará caso si lo regañas,siendo siempre tu la dueña de la situación, así como arrancaste de un salto cuando te dio la primera lamida!" Lo cual en cierto modo me convenció y me quedé ahí esperando a ver que hacía mi mascota, el que luego apoyó su pecho sobre mi trasero y me tomó con sus patas delanteras de mis caderas agitando las suyas haciendo movimiento de coito, lo que me hizo poner la piel de gallina y levantar mis senos del contacto con la cama por los jalones que me daba, permitiéndole a mi amigo verme las tetitas con mis pezones erizados con lo que aumentó la velocidad de su masturbada que ya había reiniciado, mi perro se soltó de una mano y se giró quedando punteándome desde un costado, yo que ya me había entusiasmado me giré en los mismos 90 grados en que se desvió mi perro tratando de quedar alineada con él. Y dicha imagen mía desde un costado en cuatro patas con mi perro tratando de penetrarme, le hizo desfigurar el rostro a mi amigo liberando su enérgica eyaculación que se elevó unos cuarenta centímetros por sobre su pene, cayendo el primer chorro en su hombro izquierdo y los restantes tres o cuatro sobre su vientre, quedando yo con la boca abierta al apreciar como se apretaba su miembro cuyo glande aparte de hincharse un poco se puso muy rojo, pero ambas cosas solo en el ...
    ... instante de su espectacular acabada, la que hubiese deseado que realmente hubiera sido en mí. En tanto mi perro no cesaba en sus intentos por hacerme suya, lo que obviamente no sucedió y luego despidiéndome de mi amigo, le pedí que no le contara a nadie que sería un secreto entre ambos, a lo que me respondió que sería un secreto de a tres. Pero ya cuando pretendía ir definitivamente a bañarme, mi perro no me paraba de seguir metiendo su hocico en mi sexo y parándose en dos patas para tomarme por atrás cuando no estaba caminando, y cuando fui a buscar mis chancletas que utilizo para salir de la ducha que generalmente están bajo mi cama, me tomó de las caderas al pararme frente a mi cama y al arrodillarme corrió su agarre a mi cintura, para luego al agacharme a mirar bajo la cama percibir su pene topando en la parte baja de mis glúteos y no creyendo que me fuera a penetrar me estiré para dar alcance a una de las chanclas que se había ido más para dentro, cuando siento su pene entrando en un par de puntazos en mi sorprendida vagina y al tratar de incorporarme me pegué un cabezazo con el larguero del catre para inmediatamente estirar mis muslos llevando mi pelvis al piso pudiendo zafarme del agarre de mi perro. Esta vez no lo reprendí porque entendía que no fue su culpa, pues yo lo dejé que siguiera hostigándome sexualmente. Me dolía la nuca y los arañazos en los costados de mi cintura, pero mi vagina quedó palpitando como expectante de lo que se podía haber venido y mi corazón también ...