1. Jamás pensé que iba a acabar así


    Fecha: 22/11/2020, Categorías: Lesbianas Autor: Eroslifewoman, Fuente: CuentoRelatos

    ... sus lenguas… besándose.
    
    Su mano bajó hacia el coño de mi esposa y comenzó a acariciar su vello, a rodear con dos dedos su clítoris e incluso a meter las yemas dentro.
    
    Ella... simplemente gemía.
    
    Nuestro invitado se deslizó hacía la entrepierna de mi mujer... y colocó su cabeza entre sus piernas.
    
    Comenzó a comerle el coño mojado.
    
    Debido a la excitación que yo tenía pregunté casi de manera inconsciente y jadeante.
    
    -Está mojada?
    
    -Mucho… muchísimo… (Me contestó el).
    
    -Pero... no me la follaré hasta que ella me lo pida... (Dijo también).
    
    Yo estaba súper empalmado... y no lo pensé demasiado.
    
    Mi esposa estaba moviendo la cadera hacia arriba a cada comida de coño que él le hacía.
    
    Gemía y sus gemidos eran profundos y cortos.
    
    -OOOOGH¡¡... OOOOGH¡¡
    
    Me acerqué a ellos y aprovechando que él estaba entre sus piernas comiéndole el coño.
    
    Mi esposa de vez en cuando... muy de vez en cuando abría sus ojos y me miraba.
    
    Una vez en el borde de la cama puse mi rodilla sobre el colchón de manera que mi polla dura como una piedra quedó a la altura de su boca.
    
    Ella... al notar el líquido seminal de mi rabo... abrió su boca y comenzó a chupármela.
    
    Jamás me la había chupado así¡¡¡
    
    Ella me la chupaba casi hasta el fondo... y se la sacó un momento para decir entre jadeos.
    
    -FOLLAME¡¡... FOLLAME POR FAVOR¡¡.
    
    Me costó lo suyo no correrme en ese momento.
    
    El al escucharla... dejó de comerle el coño y le dijo.
    
    -No pares… ¡¡¡
    
    Cogió uno de los ...
    ... condones y se lo puso en la polla.
    
    Se estiró suavemente sobre ella... y haciéndose un hueco entre sus piernas comenzó a buscar su raja con la polla con movimientos de cadera lentos y acompasados.
    
    No le costó demasiado encontrar la entrada de su coño puesto que ella le ayudó.
    
    Acercó la punta del capullo a su raja y se la metió muy despacio. Mi mujer suspiró muy profundamente.
    
    En este momento fue cuando yo me corrí así que decidí observar.
    
    El chico le había metido unos 10 centímetros, más o menos, y bombeaba muy despacio mientras acariciaba a mi esposa. Ella estaba nerviosa, pero se dejaba hacer.
    
    Él le hablaba susurrándole al oído.
    
    -¿Estás bien?... (Le dijo).
    
    -Sí, Siiii... (Le contestó Mónica).
    
    -Te gusta?...
    
    -Siii... Siiii me gustaaaa¡¡
    
    Todo entre jadeos y susurros.
    
    Mi esposa levantó las piernas y sus manos buscaron encontrando sus nalgas.
    
    Acompañaba con ellas las arremetidas de su amante.
    
    Gemía en cada metida de polla.
    
    Era como si yo no estuviese allí y me sentí un imbécil, pero bueno, era a lo que venía el chico, para eso le habíamos llamado ¿no?
    
    El chico seguía bombeando muy suavemente y mi mujer comenzó a jadear bastante fuerte.
    
    Realmente no la había escuchado gemir nunca así.
    
    -Voy a metértela entera... (le dijo al oído).
    
    -Siiii... Siiiiii… (Contestó ella jadeando)
    
    A mi esposa le costaba hablar.
    
    Su dulce voz se disparaba mezclada con los gemidos que emitía.
    
    -oooOOOOOGH¡¡¡... (me hizo pensar que se la había ...