1. Hace unos años con mi hermana Ana


    Fecha: 12/11/2020, Categorías: Humorísticos Autor: Ifardavin, Fuente: CuentoRelatos

    ... divertido...
    
    -¡Hombre, si me la sobas así qué quieres... -Le dije mientras seguía apoyado contra la pared de la ducha.
    
    -No vengas con cuentos que ya estabas empalmado antes de que te enjabonara, Lo que pasa es que te excito. ¡Mira que ponerte así con tu propia hermana! ¡Los hay guarros!
    
    Me estaba dejando alucinado pues, mientras me decía esto de una forma más que cachonda, me estaba haciendo una paja en toda regla, o eso me parecía, apoyando sus tetas en mi espalda y restregando, poco a poco, su pubis con mi culo. Me di la vuelta y me la quedé mirando fijamente a los ojos. Todo lo fijamente que podía porque veía cuatro en vez de dos. El agua seguía cayendo sobre nosotros, estaba preciosa con el pelo mojado y además, seguía moviendo la mano de arriba abajo sobre mi pene a punto de reventar. Pero el alcohol hace maravillas y estaba teniendo un aguante fuera de lo normal. No dije nada, simplemente dirigí como pude mi boca a sus tetas, engullendo el primer pezón que se me puso a tiro. Succionaba con los labios y jugueteaba con la lengua, así de un pecho a otro mientras ella había tenido que soltar mi aparato y sujetarme para que no me volviera a caer. Empezó a suspirar quedamente, apenas audible por el ruido del agua al caer. Dirigí mis manos a su culo y empecé a sobarlo y a amasarlo con ganas. Que culo tan rico, que suavidad la de su piel, qué pezones, qué tetas... Me estaba poniendo a mil.
    
    Delicadamente fui bajando a lo largo de su tripa hasta llegar a su ...
    ... sonrosada alejita. Intentó subirme y cerrar las piernas...
    
    -No Chema... Que soy Ana...Eso no... Déjame... -Me dijo, pero a mí no me sonaba convincente. Qué calientapollas, pensé en ese momento. Me hace una paja, deja que le coma las tetas, pero en cuanto llega la hora de la verdad se echa para atrás.
    
    Hice un poco de fuerza y metí toda la cara entre sus firmes muslos.
    
    Enseguida mi lengua empezó a jugar con sus labios mayores, recorriéndolos de arriba abajo, abriéndolos y buscando su cueva. ¡Qué sabor...! A limpio, a mujer excitada... ¡Alucinante! A duras penas me sostenía en cuclillas agarrado a su hermosísimo trasero y trabajándole el coño con fruición, pero el agua de la ducha y, sobre todo, la vagina de mi hermana estaban obrando maravillas. Cada vez estaba más despejado y me daba cuenta mejor de lo que hacía. Para mí no había vuelta atrás. Cada vez disfrutaba más y hacía disfrutar más a Ana. Suavemente cogí su clítoris con los labios e hice una pequeña succión frotándolo a la vez con la lengua; le empezaron a temblar las piernas, hacía movimientos de cadera incontrolados y lanzó un gran suspiro a la vez que me apretaba la cara contra ella tirando fuerte del pelo. Sus flujos, abundantes, se mezclaban con el agua y con mi saliva mientras intentaba tragármelos con rapidez.
    
    Como aún me costaba ponerme en pie seguí comiéndome su conejo sin desfallecer, acariciando su culo e intentando meter un dedo en su ano sonrosadito. Esto parece que no le hizo gracia porque enseguida ...
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