1. En casa de mi tía madurita


    Fecha: 10/11/2020, Categorías: Incesto Autor: Sleepkiss, Fuente: CuentoRelatos

    En las vacaciones de verano, mi madre me envió a vivir con una prima suya que vivía en el campo y era soltera a pesar de sus 40 años. De piel blanca y unas tetas que difícilmente cabían en cada mano, poseía además un buen culo y sumado a esto era muy coqueta o al menos yo lo imaginaba así, siempre paraba cantando por la casa y debido al calor que hacía usaba un vestido de esos vueludos pero algo corto para su edad. Me parecía un desperdicio de mujer y que nadie la clavara por las noches, claro que yo no me atrevía a proponerle algo así, si no quería ganarme un par de sopapos.
    
    La mayor parte del tiempo la ayudaba con los arreglos de la casa, ya que para eso me habían enviado y para que no se sienta tan sola así que durante el día y la noche cuando podía, me limitaba a espiarla.
    
    Un día ella estaba limpiando en la cocina los muebles donde guardaba los trastos, así que como quería hacer una limpieza a fondo me llamo para que la ayude, al entrar la vi subida en una escalerita sacando y moviendo cosas, yo le dije; tía deja que te vas a caer yo me subo, pero ella me replico que ya estaba ahí y que recibiera lo que me iba pasando.
    
    Estando yo en una posición más baja que ella, sus rodillas quedaban a la altura de mis ojos y cuando se inclinaba para limpiar al fondo de la alacena, se le subía un poco más el vestido. Me paso la idea de agacharme un poco para poder ver ese paraíso que hasta el momento solo tenía en mi imaginación, así que mientras ella estaba distraída en su ...
    ... faena incline mi cabeza viendo su culo desde abajo, debajo de su vestido. Cada vez que ella se empinaba veía sus carnes blancas que para su edad estaban muy bien cuidadas, sin celulitis ni manchas en la piel, su calzón se metía por entre sus nalgas dejándome ver los pelos que salían de su concha sin depilar. Mi pinga se puso como un fierro y empecé a sudar frío.
    
    Luego de terminar estas labores mi tía me dijo que como habíamos quedado tan empolvados, lo mejor sería que nos demos un baño, así que ella entro primero al cuarto de baño que daba a ambos cuartos, al mío y al suyo. Como ya era de noche deje la puerta de mi cuarto que daba al baño semi-abierta y desde la oscuridad vi cuando mi tía entraba al cuarto de baño con una bata. Ella pensó que yo había salido por lo que no se preocupó de cerrar la puerta que daba a mi habitación.
    
    Desde mi escondite en la oscuridad vi que dejaba caer su bata dejándome ver su cuerpo de hembra madura, con sus senos bien formados los cuales tenían una aureola rosada con unos pezones en punta que parecían las tetillas de un biberón. No aguante más ese espectáculo y empecé a masturbarme teniendo la visión de su cuerpo enjabonado y húmedo. Luego salí por las dudas de la habitación y ella me dijo que entrara a bañarme, luego de entrar al baño me desvestí pero los recuerdos de ese cuerpo hicieron que se me parara, justo cuando mi tía pasaba por la puerta del baño abierta. Yo me quede como estatua y mi tía mirando mi pinga que estaba como un mástil ...
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