1. Jimi y Betty, los campeones del ‘Maná’


    Fecha: 29/10/2020, Categorías: Confesiones Autor: valisdick, Fuente: CuentoRelatos

    ... Maná!
    
    -Shhh- susurré señalando a la oronda bella durmiente que yacía boca abajo sobre un montón de ropa de cama arrugada, aplastando la almohada con sus caderas. Unas nalgas suaves y frías como la nieve coronaban las sábanas arrugadas.
    
    -Descuida, tras lo de esta noche ni un escuadrón de tamborileros desfilando por el apartamento podrían despertarla. Ahora es una chica grande- bromeó Betty mientras el jugo de pamplemousse descendía por su largo cuello, fijando su mirada pizpireta en mi semirrelajado badajo. El caso es que lo que Betty no podía imaginar era que TAMBIÉN había sido mi primera vez. Luna había tenido otras parejas antes pero conmigo nuestros juegos de manos la satisfacían plenamente y ninguno de los dos había buscado otra cosa.
    
    -No hay nada que ese infatigable juguetito tuyo NO le haya hecho.
    
    -Ah sí? No estarás celosa? –sugerí con los ojos entornados tras dejar el vaso de lo que me pareció ácido sulfúrico sobre la barra para deslizar la mano bajo los faldones de la camisa de Betty buscando lo mejor de su anatomía; increíblemente duras para su edad y erguidas para su tamaño.
    
    Betty arrugó la nariz y me miró con sus húmedos y francos ojos de rumiante. Estaba tan visiblemente orgullosa de mí que casi rompo a llorar. Sus pezones horadaron mis palmas. Me aparté y tomé asiento a su lado y ambos nos concentramos en nuestros gigantescos boles de cereales integrales,
    
    -Llamó tu madre. Quería conocer tus progresos con el portugués.
    
    Mis cereales sabían a ...
    ... paja deshidratada. Me levanté y busqué por las alacenas algo comestible, pero solo encontré barritas hiperproteicas, productos de dieta y porquerías similares.
    
    -Conseguiste imitar acento portugués? –interrogué escéptico sobre el pretexto que nos habíamos inventado para ocultar mi estancia de entrenamiento en el apartamento de Betty, un imaginario curso intensivo de legua en la costa sur de Portugal. Desde luego yo estaba bajo entrenamiento intensivo, pero de una naturaleza ligeramente diferente y tan solo a unas manzanas de casa.
    
    -Yo sólo soy la directora de la academia, no doy clases! El problema va a ser poner un poco morena esa carita pálida tuya, sino a ver quién se cree que estuviste tres semanas en Algarve! Ponte ropa de deporte de mi armario que salimos a correr un poco por el parque y tomar el aire.
    
    -Ante nosotros el imperio de sol naciente!- declamó elevando el enorme vaso de zumo, tras lo cual lo hizo descender valientemente garganta abajo hasta rematarlo todo.
    
    Solté la cuchara y corrí a revisar mis cosas que Betty había doblado sobre una silla.
    
    -Buscar tu móvil? Tuve que apagarlo. Tienes 35 llamadas perdidas suyas.
    
    Betty me echó una de sus miradas supuestamente serias, para lo que juntaba los labios y se ponía un poco bizca.
    
    -Será mejor que la llames.
    
    Corrí al baño con mi teléfono. Tecleé “ganamos” y una fina de emoticonos de celebración. Dos segundos más tarde el teléfono vibró y el display mostró la palabra Luna. Tragué saliva y apreté el ...