1. La mamá de mi amigo es prostituta (2)


    Fecha: 23/10/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: blackbird, Fuente: SexoSinTabues

    ... pensar sobre todas las posibles reacciones de Olga y también sobre excusas de mi visita, quería estar preparado ante cualquier situación. Llegué a su casa y llamé a su puerta, luego de unos segundos abrió ella. Al verme, Olga se sobre-saltó un poco, no tenía dudas de que me había reconocido. Le pregunté si se encontraba Angelo y ella respondió un tanto fría que no. Pensé en que no me quedaba de otra que arriesgarme, así que le dije todo lo que se me ocurrió en ese momento. -¿Nos conocemos, verdad? – pregunté. -No lo creo. – respondió con seriedad. -Pues sí lo creo, te conocí en ese burdel. – le dije con seguridad. Olga abrió los ojos y se puso pálida, titubeó y continuó. -No sé de qué me hablas – habló con nervios e intentó cerrar la puerta, sin embargo, puse el pie para que no logre cerrarla. -Sé que eres esa mujer, no juegues conmigo, Camila (su nombre de puta). Olga se quedó muda unos segundos, miró hacia atrás como verificando que no hubiera nadie más con nosotros. -¿Qué es lo que quieres? – preguntó -Conversar contigo, ¿puedo pasar? -Está bien, pero en silencio. – respondió ella luego de una pausa. Nos sentamos en el sofá de su sala y noté que no había ruido, así que quise aumentar mi apuesta. -Ya, ahora dime lo que quieres. -Ya te dije que quiero conversar contigo. – dije con tranquilidad. -No juegues conmigo, muchacho, que no estoy para juegos. -Te gusta ir sin rodeos, que bueno, porque eso facilita las cosas. ¿Qué es lo que crees que busco de ti? -¿Te has vuelto ...
    ... loco? – alzó la voz luego de unos segundos de silencio. -No, para nada. Quiero volver a tenerte, sabes. Esa noche la pasé muy bien contigo. -Bueno, solo estoy disponible los fines de semana, así que te puedes ir. -No me estas entendiendo, mujer. Quiero que seas mía si quieres mi silencio. Estoy seguro que tu familia no sabe lo que haces a escondidas y menos tus vecinos. -No, por favor, no digas nada, te lo pido. – me rogó. Me sorprendió el cambio de actitud de Olga, ya no estaba a la defensiva y la tenía donde la quería. -Tranquila, solo pido tenerte cuando quiera y podrás seguir trabajando en ese burdel sin problemas. Míralo de esta forma; que yo sepa las mujeres como tu pagan un porcentaje de su ganancia en ese cuarto que les dan para que puedan trabajar, esto viene a ser lo mismo. -¿Sabes que te voy a odiar por esto, verdad? -No exageres, Olga. Engañas a tu marido con muchos hombres desconocidos. ¿Qué puede significar un tipo más como yo? Olga se sirvió un vaso de agua y se quedó pensativa unos minutos. Me sentía victorioso, había dicho lo que quería y ella dudaba, dudaba mucho. Los minutos se hicieron eternos, pude sentir la tensión en el aire hasta que por fin habló. Ella repasó los puntos de mi oferta como si los estuviera analizando sin perder ningún detalle a lo que le dije. -Te prometo total discreción y no te molestaré mucho por semana ya que yo también ando ocupado. – le dije para convencerla. Olga estuvo pensativa un rato más, tal vez quería encontrar una manera para ...