1. Una grata sorpresa


    Fecha: 16/10/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... su mano. «Pablo, no seas loco», me decía aflojando su brazo, dejando que lo baje, quedando con sus. tetas al aire, volví a besar sus labios, bajé por el cuello hasta llegar a sus tetas, escuchando como gimio cuando le empecé a chupar sus pezones. «Locura sería si no lo hacemos», le dije abrazando a mi suegra, besando su boca, estrujando sus nalgas. Sentí como muy despacio me iba abrazando, dejando que le bese la boca, que baje hasta sus tetas y siga estrujando sus nalgas. La agarré de su mano y nos fuimos a mi dormitorio, la hice acostar y como podía me iba sacando la ropa mientras de rodillas entre sus piernas le empecé a chupar la concha, escuchando como gime de placer. Me puse en pie y ella estaba con sus piernas bien abiertas, le acomode la pija contra la concha y escuchaba sus ayes de placer a medida que se la iba metiendo. A medida que metía y sacaba la pija de su concha, sus tetas iban y venían, su barriga se le movía flacida para los costados, «que pija te gusta más, la mía o la de tú marido?», le dije agarrando sus tobillos y abriendo más sus piernas sin dejar de cogerla. «La tuya Pablo, que rico que siento tu picha, que rico me estas cachando», me dijo sin dejar de gemir y moverse. Mi suegra cada vez gemia más fuerte, sus ayes eran casi gritos, hasta que siento como me clava las uñas en los brazos y dando un gemido que más parecía un grito, empezó a acabarse, yo la empecé a coger más fuerte y más rápido, hasta que yo también grite de placer y le empecé a llenar la ...
    ... concha de leche a mi suegra. Quedamos los dos tirados en la cama, agitados. Yo le acariciaba las tetas y nos dábamos besos cortitos en los labios. «Como disfruté, que bien me cachaste», me dijo mi suegra entre besos y besos. Nos levantamos, nos duchamos juntos, yo le apretaba las nalgas, «la cola quiero hacerte», le decía apretando sus nalgas, «sí, otro día, hoy no que quedé muerta», dijo besando mis labios y dejando que la manosee toda. Cuando llegó Lorena a la tarde, no se dio cuenta de nada de lo que habíamos echo su madre y yo. Mi suegra se fue unos días a casa de sus otros hijos. El fin de semana fuimos nosotros a casa de uno de mis cuñados, pasamos el día y volvimos. «Mamá se quiere venir con nosotros, dice que esta incómoda», me dijo Lorena. Así nos vinimos los tres a casa, mi suegro se quedó con sus hijos. «Amor, el lunes tengo que volver a Buenos Aires, así terminamos con eso», me dijo Lorena. «Mami, quieres venir conmigo?, le preguntó a su madre, «hay no hijita, gracias, es que es un viaje muy largo, yo me quedo en casa», dijo mi suegra. El lunes nos levantamos como siempre, desayunamos, Lorena se fue en su coche y yo hice que me iba en el mío, di una vuelta y volví a casa. Cuando entro María estaba limpiando las cosas del desayuno. Cuando entro, mi suegra me mira, me sonríe, yo la abrazo por la espalda, agarrando sus tetas, «pensé que no ibas a volver», me dijo dejando que le bese la boca y siga estrujando sus tetas. «Como pensas que no iba a volver y perderme de ...