1. Doña Rocío, la sirvienta. Quinta parte.


    Fecha: 04/10/2020, Categorías: Sexo con Maduras Masturbación Primera Vez Autor: Sensual1972, Fuente: xHamster

    ... se ataba ligeramente el cinto de tela, privándome de su maravillosa visión en ropa interior.Agarró la ducha y continuó aclarándome. Una vez terminó, cerró el grifo, y, agarrando la toalla, me la echó por detrás y me ayudó a secarme. Mi pene seguía duro como una piedra, totalmente excitado de ver tan bellas curvas en ropa interior unos minutos antes. Al llegar a la parte delantera, me secó el pecho, y bajó con total naturalidad, secando mis partes, y luego se agachó para secar mis piernas, volviendo a quedar su cara a escasos centímetros de mi polla tiesa. En esa postura, mi albornoz marcaba su cadera, y el cinturón las pronunciaba aún más. Al incorporarse, el albornoz se había abierto algo, y mostraba su maravilloso escote y gran parte de su sujetador.Se incorporó, dejó la toalla sobre el banco, y se dispuso a ayudarme a salir. Era aún más complicado que entrar. Primero me agarró por la espalda, en la posición que entré, pero era imposible, así que opté por sentarme en el borde de la bañera. Pasé primero la pierna mala, y luego me agarré a Rocío para pasar la buena. Me agarré a su espalda para incorporarme a la pata coja. Al ponerme de pie, y agarrarme a ella, tiré, sin pretenderlo, del cinturón, soltándolo, y provocando que se abriera el albornoz. Ella no hizo amago de taparse ya que me tenía agarrado y yo me estaba incorporando. Al levantarme del todo mi miembro quedó pegado a su barriga, y mi polla estaba como una piedra al sentir esa carne calentita de su vientre. Rocío ...
    ... se puso colorada, pero no dijo nada, y poco a poco se separó, agachándose para acercarme el banco.Me apoyé con una mano, y me senté sobre la toalla. Ella se enderezó y se agarró el albornoz y lo volvió a cerrar.- No lo cierres, por favor, estabas preciosa.- Mira que eres adulador, Javier. No digas bobadas, y deja de querer engatusarme.- Lo digo en serio, pero haz lo que consideres. Lo decía porque me salió del alma, no para engatusarte.- Ciertamente fue así, me salió sin pensar lo que decía.- Javier, podría ser tu madre, y no está bien que yo me muestre así ante ti. Eres el hijo de mis jefes, estoy casada, y tú deberías buscar una chica de tu edad.- Entiendo todo lo que me dices, y te comprendo. Algún día tendré una novia de mi edad, no quiero que pienses cosas raras. Pero solo decía cosas que creo que son verdad, y me estás dando una seguridad que yo no tenía con las mujeres. Eres muy buena conmigo, Rocío. Y de verdad, que lo último que querría es hacer algo que te hiciera daño. Solo te daba cariño.- Eres un sol, Javier. Y tú a mí sí que me estás ayudando, nunca me habían tratado tan bien cómo lo has hecho tú. Soy yo la que no quiero ser una mala influencia para ti.- No lo eres, Rocío. Ojalá algún día encuentre una mujer tan buena y tan bonita como tú.Rocío se puso colorada, y me sonrío.- Está bien. Me voy a quitar el albornoz para echarte la crema, pero promete que te portarás bien.Yo la sonreí y asentí con la cabeza, aunque mi pensamiento y calentura al ver sus curvas me ...
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