1. Patricia cuenta su historia II


    Fecha: 19/09/2020, Categorías: Confesiones Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    ... que me decía que era muy dulce, que le había gustado lo que hicimos, que le gustaría repetirlo y que ese día regresaría a las 5 de la tarde.
    
    Con solo leer eso ya tenía deseos de que fuesen las 5, por lo que estuve todo el día pensando en eso.
    
    Regresé del colegio a la una y veinte, comí algo, me masturbe, pensando en lo que pasaría, y después de bañarme, me puse un pequeño shortcito y una remera que dejaba a la vista mi ombligo, no me puse ni corpiño ni bombacha y me puse a esperarlo mientras hacia los deberes, aunque debo reconocer que era más el tiempo en que pensaba en su pija entrando y saliendo de mi argolla que el que usaba en hacer los ejercicios que me habían dado.
    
    Cuando Mario llegó, me prendí de su cuello al tiempo que le daba un profundo beso en la boca, él me levantó y me llevó a mi habitación sin dejar de besarme, y recién cuando llegamos a ella, dejó de hacerlo para depositarme suavemente en mi cama. Luego se acostó a mi lado y volvió a unir sus labios con los míos, mientras sus manos acariciaban mis pechos, primero por sobre la remera y luego, al darse cuenta que no llevaba corpiño, directamente, haciéndome suspirar cada vez que apretaba mis pezones.
    
    Por mi parte yo le restregaba la verga, y no veía la hora de sacarle el pantalón y tenerla a mi disposición sin nada entre mi piel y la suya. Esto no se hizo esperar mucho pues él, tentado por mis pechos, bajo sus pantalones y se colocó a horcajadas mías depositando su poronga entre mis pechos, y luego ...
    ... apretándome los mismos, para que rodeasen su instrumento, empezó a masturbarse con ellos.
    
    Cada vez que su verga asomaba entre mis tetas, mi boca golosa lo recibía. Debí hacerlo muy bien, porque a los pocos minutos, recibí una andanada de leche que emanó de su verga, en mi cara. Creí que ahí terminaría la cosa pero, para mi sorpresa, su verga no dio señales de ablandarse y mientras me desabrochaba el shortcito me la introdujo en la boca.
    
    Bajo mi short y bajo él, y al tiempo que su boca fue besando el camino que había entre mis pechos, que fue a lo primero que se prendió, y mi concha, la cual chupó con fruición, pasó su mano por mi cara, y juntando la leche que había derramado en ella, me la dio para beber.
    
    Bebí su leche y chupe, todos y cada uno de los pliegue de su mano y de sus dedos, para no perder ni una gota de su esperma, mientras él se deleitaba con hacer lo propio con mi concha. Su lengua recorrió mi raja de cabo a rabo, circunvalando mi clítoris para luego volver a recorrer mis labios vaginales. Su lengua se introducía cada vez más en el interior de mi concha y en un tiempo que considero muy corto estuve próxima a acabar, cosa que hice cuando sus labios aprisionaron mi clítoris e hicieron presión en él. Mi cuerpo comenzó a vibrar, como si convulsionase, y emanó de mi boca un estridente grito, que se convirtió, al terminar el mismo, primero en un profundo jadeo y después en una gran paz que hizo que mis ojos se llenasen de lágrimas.
    
    Giró hasta quedar a mi ...