1. La apuesta


    Fecha: 18/09/2020, Categorías: Gays Autor: Supertanque, Fuente: CuentoRelatos

    ... puesta. Espero que le guste.”
    
    “He ido a la dirección por primera vez. Es una casa abandonada, ni si quiera es su verdadera dirección. Creo que no espera que nadie responda al anuncio. Me he quedado allí, un rato. Me he excitado pensando que vendría para ponerme a sus pies. Pero en cuanto he oído un ruido en la puerta de entrada, me he escondido como una perra asustadiza. Merezco un castigo por ello. Y sólo conozco un castigo adecuado. Mi amo y señor tendrá que violarme la primera vez que me tome”
    
    “Al fin ha llegado el día en que me voy a entregar en cuerpo y alma a mi nuevo amo y señor. Mi madre me ha regañado como una boba cuando me ha visto salir de casa con una ropa tan fea. ¡Si supiera que nunca más me va a ver seguro que me hubiera dicho otra cosa! Sólo espero que se conecte, pero seguro que lo hace. Estoy poniendo todo mi deseo en ello”
    
    Estaba completamente loca, como un puto cencerro. No sé cuánto tiempo estuve allí dándole vueltas al asunto, pero al final, me sacaron de mis pensamientos ...
    ... unas ganas locas de orinar. De orinarme en su boca, para ser exactos. Ella estaba sentada en el suelo, llena de polvo y sudor, atada por la correa al árbol. Sonrió al verme. Y se tragó hasta la última gota que salió de mi pene flácido.
    
    -¿Es esta la clase de vida que deseas?
    
    Ella no contesto con palabras. Se tumbó y se levantó la falda dejando su coño al aire para mi uso y total disfrute. O el de mis amigos. Llame a los cinco, pues estaban perfectamente disponibles a esas horas. Y los cinco se acostaron con ella, por delante y por detrás. No les importo lo más mínimo no verla la cara. Es más, esa fue la parte que más le gusto. Los seis terminamos reventados de follar y no quería ni imaginarme como estaba ella. La tuve que llevar en brazos hasta el coche.
    
    -No tienes un amo, tienes seis, pues cualquiera de ellos para ti es como si fuera yo. Sólo tienes que decir una palabra y todo esto terminara.
    
    -Fóllame de nuevo.
    
    Definitivamente estaba como una cabra. Y yo también por no deshacerme de ella. 
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