1. La apuesta


    Fecha: 18/09/2020, Categorías: Gays Autor: Supertanque, Fuente: CuentoRelatos

    Todo comenzó con una borrachera, una apuesta y un anuncio en internet:
    
    “Amo experimentado y maduro busca esclava sexual joven y bella. Nada de contratos y nada de condiciones. Si vienes a mi es porque has renunciado a ser una persona y estas dispuesta incluso a quedarte sin dientes si a mí place. Las interesadas (las risas de mis colegas en este punto ya eran la hostia)tendrán que presentarse a la siguiente dirección XXX-XX-XX(puse la dirección de una casa vecina, abandonada, a la que tenía acceso)vestidas de forma discreta y con un collar de perro puesto. Si no estoy, me esperáis sentadas en el suelo el tiempo que haga falta”
    
    -No va a contestar ninguna
    
    -Pero ni de coña -Aseguré yo– Pero ya está publicado, malditos cabronazos.
    
    -¿Y si se presenta alguna gorda y fea? -Comento otro entre risas
    
    -¡Te la follas tú!. La apuesta era poner el anuncio, cabrones. De follarme a las futuras candidatas, no hemos hablado.
    
    Todos ellos estallaron en carcajadas. El tema para ellos murió ahí, en cambio para mí fue algo distinto. El anuncio fue visto y leído. Recibí unos cuantos mensajes públicos asegurando que menuda bestia y que iba a venir a mi casa a romperme los dientes si tanto me gustaba. Yo les dije simplemente que lo puse para que la que viniera supiera a que venía. Que no engañaba a nadie, como los políticos. Recibí unos cuantos privados para que me mostrara físicamente, o para que mostrara mi polla de forma física. Les conteste que las reglas estaban claras. Un par ...
    ... de meses después de poner el anuncio, ya no recibí nada más. Ninguna chica se presentó y yo me olvide del tema. Hasta que un día, por pura curiosidad, me volví a meter. Tenía un mensaje nuevo. Un mensaje nuevo de ese mismo día
    
    “Hola. He leído su mensaje y he estado en la casa. Sé que está abandonada, pero aun así me excita mucho pensar que puedes llegar en cualquier momento y que me ponga a sus pies. Si alguna vez me pilla, vióleme, por favor.”
    
    Lo primero que pensé es que era una broma de pésimo gusto de alguno de mis colegas. No pensaba mover un dedo. Bueno, unos pocos quizás sí.
    
    “Tiene que ser entrega voluntaria. No puedo tomarte por la fuerza”
    
    Me contestó inmediatamente, no me había dado cuenta de que estaba conectada.
    
    “Quiero sentirme usada desde el primer momento por mi amo”
    
    Yo no conteste nada.
    
    “Alguna vez mientras estaba allí, he llegado a pensar que me iba a pillar y he salido corriendo para esconderme en la parte de atrás”
    
    “Tira los zapatos al cubo de la basura la próxima vez. Veras como no sales corriendo más”
    
    Tardo un rato en contestar.
    
    “Puedo dejarlos en la casa, como la cenicienta. Así podrías encontrarme gracias a ellos”
    
    “Me meare en ellos y luego haré que te los pongas. O que los limpies con la lengua. Ya veremos”
    
    Me mando al poco un documento con foto. Eran un par de zapatillas de mujer y un par de pies pequeños y desnudos. Y un mensaje “Ahora estoy descalza. Esta vez no pienso correr”
    
    No salí corriendo. No tengo edad para ...
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