1. El chico de las galletas


    Fecha: 17/09/2020, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... empalarla analmente a pesar de sus gritos, estaba destripando viva a mi madrecita. Como antes con la señora Julia, el muchacho se retiró del ano de mi madre, y se dirigió otra vez donde su amante rubia lo esperaba desaforada y angustiada.
    
    Esta vez se abrió paso por su conducto vaginal, por la cara que puso la madre de Fernando al voltear a ver al negro. La cogida que le daba era salvaje y tenía visos de no terminar pronto. Los gritos y gemidos de ella se debían escuchar por toda la cuadra pero eso parecía no importarle en lo absoluto. Algo me decía que, para mi suerte si se le puede llamar así, el muchacho tenía cierta predilección por la señora Julia. Y quien no lo haría si era un pedazo de lomazo, suculento y apetitoso, con el perdón de mi amigo Fernando.
    
    - Que buena está señora.- rugió el negro embistiendo furioso. La voy a dejar preñada.
    
    - Sí, ayayayay, quiero tener un hijo tuyo mi semental.- gimió la muy perra señora.
    
    Pasaron varios minutos, sumergidos en el coito más bestial que hubiera presenciado, los 2 cuerpos estaban completamente mojados en sudor pero eso los excitaba aún más, si se pudiera. Al poco rato, los bufidos de animal descontrolado del muchacho me indicaban que estaba a punto de terminar, Casi al mismo tiempo, los gemidos de la señora Julia, que berreaba como una oveja agonizante, y curvaba su espalda en clara señal de su inminente orgasmo. Con un grito acompañado de un estremecimiento de sus cuerpos, ambos se quedaron quietos de golpe para ...
    ... luego ir relajándose. La madre de Fernando debió sentir en su útero la abundante descarga láctea del negro y para mis adentros pensaba en lo mal que lo pasaría mi amigo de saber que su madre podía quedar embarazada de un negro de mierda.
    
    Con la respiración aún entrecortada los 3 se daban mutuas felicitaciones por la agradable experiencia vivida, el muchacho sacó su flácida verga de la vagina de la señora Julia para luego caer sentado en el sofá acompañado de sus 2 perras. Siguieron con las caricias y sus caras sudorosas se mostraban iluminadas por haber disfrutado de esa colosal verga. Unos instantes después se fueron al baño y yo aproveché para esconderme en la cocina, desde donde podía escuchar su conversación a través del pequeño tragaluz. Al final, no pude escuchar demasiado pues el agua cayendo con fuerza no permitía percibir sino las risas de ellos.
    
    Al terminar de ducharse, se fueron a la sala y por los ruidos supe que se estaban vistiendo. Desde la cocina aguardé a que salieran a despedir al muchacho. En la puerta antes de salir intercambiaron unas palabras.
    
    - Has estado maravilloso, Mauricio.- dijo mi madre contenta como nunca antes la vi.
    
    - Casi me vuelves loca con la cogida que me has dado.- dijo la señora Julia agregando la muy perra. Espero que lo volvamos a repetir.
    
    - Cuando ustedes deseen, señoras.- respondió satisfecho de su labor de semental cumplida.
    
    - Bueno, mi hijo ya empieza de nuevo la universidad en 2 semanas.- dijo mi madre. Así que ...