1. Perdí mi vergüenza en Búzios (1)


    Fecha: 13/09/2020, Categorías: Sexo Interracial Autor: Bettyeugen, Fuente: CuentoRelatos

    ... Entró Tarlis y ahí lo vi empezar a transpirar y tartamudear. Yo no hacia ningún movimiento para ocultar lo que estaba generosamente expuesto… todo lo contrario, me detuve unos segundos agachándome para atar los cordones de una de mis zapatillas, dándole una visión total de mis pechos. Cuando se fue, me apuré nuevamente para llegar al pasillo angosto. Pero ahí Tarlis reaccionó y con la mano con la que llevaba la bandeja en la que había traído la cerveza, me la apoyó rotundamente en mi teta izquierda, la que quedo descubierta de la parcial cobertura que le daba la camisa. No me cubrí y ya cuando estaba afuera con la teta totalmente expuesta, le pregunto si me podían traer el desayuno a las 9.30 del otro día.
    
    —Sí, Betty —me respondió.
    
    —¿Me lo vas a traer vos Tarlis?
    
    —No te va a atender nadie más que yo, gatinha.
    
    —Te espero… 9.30… se puntual.
    
    Me costó conciliar el sueño de lo caliente que estaba. Estaba a punto de cumplir mi deseo convertido en obsesión. Sabía que al otro día Tarlis no se me escapaba.
    
    Me levanté a eso de las 9.00, dejé pasar un poco de tiempo y me metí en la ducha calculando el tiempo (dando por descontado que Tarlis iba a ser puntual). Eran las 9.30 exactas cuando tocan a la puerta. Saliendo de la ducha con un toallón cubriendo deficientemente mi cuerpo. Abro la puerta. Entra Tarlis con un carrito portando mi desayuno. Le digo que lo apoye en la mesa y que me espere unos segundos. Entro al baño y dejo que el toallón se sujetara únicamente con ...
    ... la presión de mi brazo izquierdo sobre mi costado. Salgo al cabo de escasos segundos y Tarlis parado al lado de la mesa me esperaba. Me acerco a la mesa por donde estaba él parado y extiendo el brazo izquierdo para tomar un trocito de queso y obviamente, el toallón se cayó quedando totalmente desnuda frente a mi futuro amante negro. Me agaché para recoger el toallón y mirándolo desde abajo le pido perdón…
    
    Ahí reventó, no aguantó más y agachándose un poco me empezó a meter manos… manos en mis tetas, en mi culo y en mi concha absolutamente inundada de excitación... pasaron un par de minutos así, cuando estando yo agachada, me agarró con una de sus grandes manos la cabeza, mientras que con la otra bajaba el cierre de su pantalón y sacaba su pija acercándola a mi boca. Acepté el ofrecimiento desde ya… A partir de ahí me convertí en su esclava, complaciendo sus más diversos deseos (nunca tuve un “no” para él) y empecé a disfrutar las vacaciones con más sexo del que tuve en mi vida.
    
    El ver la pija negra de Tarlis, me hizo sentir como llegando a la meta que me había propuesto. Por lo tanto, me propuse disfrutarlo a fondo, evitando los tabúes, los prejuicios y las vergüenzas. La chupé como si me fuera la vida en ello. Claro, tan descarada había sido en mi acercamiento hacia Tarlis que él tenía su verga totalmente erecta y entre él y yo, juntamos en esa habitación toda la calentura del mundo. Mientras él se desnudaba por completo y, al cabo de dos minutos de mi tarea, saca su ...