1. Nuestra visita a la ciudad de México


    Fecha: 30/08/2020, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Pau Sans, Fuente: CuentoRelatos

    ... que su manoseo me estaba gustando y siguió acariciando mis nalgas, siendo cada vez más atrevido. Yo levante y separe un poco mis piernas para facilitarle lo más posible el acceso, podía sentir a la perfección esa mano extraña acariciar suavemente mis nalgas, para poco a poco tocar suavemente mis caderas donde estuvo un leve momento, para de allí irse desplazando lentamente hacia mis muslos, y muy lentamente irse aventurando hasta mi ingle y en determinado momento podía sentir sus dedos sobre la fina tela de mi leggins, posándose en mi abultado monte de venus, rozando mis labios vaginales, en un principio haciendo pequeños círculos con las yemas de los dedos, para después posar toda la palma de su mano sobre mi candente vagina y sobra decir que para ese momento yo ya estaba súper húmeda.
    
    El chico era demasiado atrevido, ya que pasaba sus dedos por todo lo largo de mi raja, de arriba hacia abajo, metiendo aún mas mi mallón dentro de mis labios vaginales, sentí una fuerte corriente eléctrica cuando sentí como puso su dedo anular sobre mi vagina exactamente sobre clítoris, comenzando a frotarlo muy suavemente, para en ciertos momentos estimularme con movimientos circulares, yo solamente entre cerré mis ojos, mientras en un acto de excitación pura, me mordía los labios, mi respiración era entre cortada, sentía como había introducido uno de sus dedos dentro de mi orificio vaginal lo cual se le facilitaba mucho por la elasticidad de ...
    ... la fina tela elástica, impulsando uno de sus dedos de dentro hacia fuera de mi empapada vagina.
    
    Así estuvimos durante varias estaciones, donde el tiempo y el espacio desaparecieron para mí, no fue hasta que la sensación de espasmos dentro de mi vagina, acompañados de fuertes corrientes y descargas eléctricas dentro de mi empapada conchita, evidenciaban que iba a tener un orgasmo, yo luche por gemir lo más bajito posible, con los ojos cerrados mientras un torrente de sensaciones de éxtasis recorrían por todo mi cuerpo, mientras tanto el chico se apretó detrás de mí, restregando su pene con mis nalgas, se movía en círculos, tratando de encajarse lo más posible en la raya de mis nalgas, dando pequeños piquetes lo cual me transmitía su calentura hacía mis nalgas cubiertas por la delgada tela.
    
    De repente pude notar que el chico se puso demasiado tenso, sus piernas se apretaron, su pelvis se soldó completamente entre mis nalgas y sentí unos leves espasmos y contracciones en su pene, supongo que el chico eyaculo mojando su pantalón y ya que al bajar yo pude notar que mojó parte de mi leggins, al llegar a San Juan de Letrán, el chico acomodo su miembro en el pantalón y se bajó del metro, como si un fantasma lo fuera siguiendo, yo creo que le dio miedo que yo me fuera a poner loca por haberse venido en mis nalgas, yo seguí viaje con mis piernas temblorosas después de esa morbosa experiencia dentro de un vagón del metro de la CDMX. 
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